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Los asaltos a comensales y clientes de cafeterías, bares y restaurantes, son cada día más violentos en la Ciudad. La noche del domingo, una mujer de 45 años de edad que departía con sus amigos en el bar La Odisea fue asesinada, después de oponerse a un robo. Testigos refieren que la víctima no se quiso tirar a piso como los delincuentes ordenaron y en consecuencia le dispararon en dos ocasiones en la cabeza.
El crimen se registró en el bar ubicado sobre Canal de Miramontes y Ciruelos de la colonia Cipreses en la delegación Coyoacán. Ahí, según el parte policiaco, dos clientes —un hombre y una mujer— después de tomarse un par de cervezas, se levantaron de la mesa en la que estaban y desenfundaron dos pistolas tipo escuadra.
El hombre gritó que se trataba de un asalto y les pidió a los clientes que se tiraran al piso y así lo hicieron todos menos la víctima a quien identificaron como Fabiola. Mientras eso sucedía, la otra delincuente pasó lugar por lugar y se llevó celulares, carteras, bolsos, relojes, joyas y otros accesorios; también se llevaron más de 2 mil pesos producto de las ventas del día.
Según lo asentado en la carpeta de investigación FCY/COY/UI-3 CD/01-557/09-2018, la víctima increpó al delincuente, les gritó que no podía recostarse en el piso porque no podía, luego les dijo que ya tenían su bolso y su teléfono celular y era todo lo que haría.
Según los testimonios recabados, Fabiola de rodillas miró a los ojos al delincuente y le dijo: “Jálale cabrón, si es que tienes muchos huevos”, acto seguido, el delincuente se colocó a la espalda de ella y respondió: “Para que a la próxima sepas que sí tengo muchos huevos”, y le disparó en dos ocasiones en la cabeza.
El cuerpo de Fabiola quedó hincado en medio del bar. Los delincuentes escaparon sin que hasta el momento las autoridades tengan una idea de su paradero, pues aunque el bar cuenta con cámaras de seguridad, los administradores dieron a conocer que tiene más de un mes que no sirven.
Los empleados del bar La Odisea detallaron a las autoridades que Fabiola era una cliente frecuente, aseguraron que visitaba el lugar por lo menos dos veces por semana y que por diversas pláticas que sostenía con ellos, sabían que vivía muy cerca del bar, sólo cruzando la avenida Canal de Miramontes.
Fue ella quien les reveló también que era “dama de compañía” y que en todo el tiempo que permanecía en el lugar nunca tuvo problemas con nadie, por lo que les extrañó su comportamiento.
Apenas el pasado 4 de junio de este año, a través del mismo modus operandi, dos sujetos entraron y también amagaron a los comensales del bar La Odisea, a quienes despojaron de todas sus pertenencias; en esa ocasión las víctimas sí denunciaron, pero ahora, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina no ha recibido una sola queja de robo, a pesar de que las víctimas de asalto fueron más de una docena de clientes entre hombres y mujeres.