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Lo último que Aliana Villarreal le dijo a su padre a través del teléfono fue que temía por su vida, que pensaba que su novio, Fernando “N”, la iba a matar. El cadáver de la joven empresaria, de 36 años, fue hallado la noche del domingo sobre su cama.
Las autoridades aún no tienen claro cómo asesinaron a la víctima; saben que el viernes a la 1:00 de la madrugada el señor Alfredo Villarreal, quien desde hace años radica en la ciudad de Texas, en Estados Unidos, recibió una llamada de Aliana, en la que la mujer le dijo que temía por su seguridad. Y luego colgó.
Aliana tenía una tienda en la colonia Condesa, en donde comercializaba diferentes tipos de cervezas artesanales. Además vendía joyería, así como playeras y gorras con mensajes en contra de las leyes migratorias de Estados Unidos, donde ella misma estudio.
En los días siguientes, precisamente desde Estados Unidos, don Alfredo intentó comunicarse con su hija a su teléfono celular, al no obtener respuesta, decidió llamar a una vecina del edificio, ubicado en avenida Chapultepec #626, donde vivía la mujer, para decirle que “checara” a Aliana, pues le preocupaba que no respondiera sus llamadas. Le comentó que la mujer se sentía amenazada por su pareja y que temía por su vida.
Fue la noche del domingo, luego de esperar a que la joven llegara y al no verla pasar, la mujer tocó en diferentes ocasiones a la puerta de Aliana sin obtener respuesta, por lo que decidieron abrir su departamento. Sobre la cama estaba el cadáver desnudo.
Según los primeros reportes, la mujer estaba boca abajo y presentaba un corte en la mejilla. Su cuerpo tenía varios golpes.