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La crisis de inseguridad que atraviesa la Ciudad obligó a la procuraduría capitalina a realizar un cambio drástico de timón, por lo que se dio a conocer que en el mediodía de ayer se pidió la renuncia a 45 mandos y comandantes de la dependencia investigadora, para dar paso a igual número de personas que llegan a la institución, entre ellos, Omar García Harfuch.
El funcionario estará al frente de la Policía de Investigación (PDI) y de toda la coordinación de inteligencia del Gobierno capitalino. Junto con su equipo buscará revertir en los próximos meses la incidencia delictiva, sobre todo aquellos delitos y actividades vinculadas con los grupos criminales en las alcaldías de Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tláhuac.
De entre los funcionarios actuales de la procuraduría capitalina, al que de inmediato le hicieron llegar su renuncia es a Luis Felipe Valdez, director del área Antisecuestro y quien estaba encargado del caso de Norberto Ronquillo, así como de los plagios que también mostraron un repunte importante en la capital.
Fuentes al interior de la dependencia explicaron que otros a los que se les pidió dejar sus puestos son los directores generales de desconcentradas y centrales de Investigación, así como a los coordinadores generales de las alcaldías. Todos fueron reubicados de sus cargos, es decir, no fueron despedidos de la procuraduría capitalina.
En contraparte, se dio a conocer que en el equipo que llega con García Harfuch hay elementos “altamente calificados” que estuvieron asignados en diferentes áreas de la Policía Federal y que combatieron a la delincuencia organizada en algunos estados del norte, además son “expertos” en inteligencia financiera, pues otro de los objetivos de las autoridades es desmantelar el flujo de dinero de los grupos locales.
Los cambios de mando, según se dio a conocer, serán de manera gradual y forman parte de la “limpia” que la propia jefatura de Gobierno pretende hacer tanto en la procuraduría capitalina como en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, donde aparentemente el cambio urgente se realizará en el C5, donde, según el informe más reciente, hay “muchas fallas, deficiencias, así como filtraciones”.
