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Sentados en las banquetas en grupos de más de cinco personas, otros deambulan solitarios y duermen a la intemperie. Son los invisibles, los indigentes de la Ciudad de México, que se comienzan a quedar solos en las calles, luego de que la pandemia del Covid-19 obligó a los capitalinos a quedarse en sus casas.
Por las desoladas calles del Centro Histórico hay cerca de 60 indigentes, de los poco más de 4 mil que existen en toda la capital de la República, y ninguno de ellos sabe qué es el coronavirus, enfermedad que les resulta totalmente ajena a su vida, pero que también los pone en riesgo de un contagio.
Sin embargo, hasta la fecha la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social (Sibiso) no ha identificado a una sola persona en situación de calle con síntomas del padecimiento, pese a que todos los días se llevan a cabo visitas a las zonas donde se congrega este sector.
“Nosotros salimos con las brigadas de calle, tenemos cuatro que salen a recorrer los principales puntos de concentración de personas en situación de calle que se encuentran en cuatro alcaldías, donde se localiza 85% de esta población, que son Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Venustiano Carranza”, asegura Almudena Ocejo, titular de la dependencia.
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“Contamos con espacios habilitados para aislamiento en cada uno de los CAIS. Si se llegara a presentar un caso, la persona se pondría en aislamiento, pero hasta el día de hoy no tenemos reportado ningún contagio”, explica Ocejo Rojo.
La funcionaria comenta que ante la emergencia sanitaria, un mayor número de personas ha dejado de pernoctar en las calles y ha aceptado acudir a los albergues.
Actualmente tienen un registro de 120 indigentes que diario llegan a través de las brigadas o por su propio pie en la tarde-noche, duermen y al otro día se salen.
Una situación diferente viven los de la calle Artículo 123, donde comentan cómo cambio la zona de un momento a otro, pero sin saber qué es el coronavirus.
“Empezamos a ver algo raro, porque los negocios de estas calles dejaron de abrir. Algunos ayudamos a colocar los puestos que están en la calle, pero desde hace una semana dejaron de venir los patrones y ya no tenemos qué hacer.
“Ellos nos daban algo para comer, pero ahora sólo algunas personas nos arriman un taco. Para bañarnos la señora de la esquina nos regala botes con agua, las autoridades no han venido desde hace un buen rato, no tenemos jabón ni gel, en esta calle estamos más de 50 personas…”, el relato se interrumpe cuando uno de sus compañeros, con mona en la mano, de forma violenta lo jala y a gritos, corre a todos los que ahí se encuentran.
Así pasa la vida de las personas en situación de calle en la capital del país, con el desconocimiento pleno de la pandemia y de la que, según las autoridades, se han salvado hasta el momento.
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Apoyo a la tercera edad
La Sibiso también atiende a alrededor de 6 mil personas de la tercera edad que no tienen redes de apoyo; es decir, que viven solas y con una precaria condición de salud que las deja vulnerables al coronavirus.
“Tenemos mil 200 profesionales de la salud que de manera permanente les dan seguimiento, no sólo en esta emergencia. A la semana se les hace dos llamadas y se les pregunta cómo están, dependiendo de cómo respondan se define si es necesario realizarles una visita, pero manteniendo todas las precauciones, porque son personas vulnerables. Se les atiende con visita médica, medicamento gratuito y un paquete alimentario”, explicó.
Afirmó que hasta el momento ninguna de las personas ha presentado síntomas de Covid-19.
