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El Instituto Electoral de la Ciudad de México se pronunció en contra de los actos violentos ocurridos en las precampañas y demandó a militantes, simpatizantes y precandidatos preservar en todo momento la mesura, la prudencia, el respeto y la tolerancia.
Además reiteró el llamado a las fuerzas políticas de suscribir públicamente el compromiso de civilidad a través del cual, todos los adherentes hagan pública su voluntad ante la ciudadanía de asumir una conducta proactiva para evitar la comisión de malas prácticas a lo largo de las etapas que comprende el ciclo electoral.
Al celebrar una sesión urgente ante el clima de estos comicios, el consejero presidente, Mario Velázquez Miranda, advirtió que de los precandidatos y dirigentes de todos los partidos políticos depende que sus militantes y la ciudadanía sepan que quienes participan en un proceso electoral no son contrincantes ni mucho menos enemigos; simplemente competidores.
Reprobó los actos violentos sucedidos en algunos mítines como en la delegación Coyoacán y exhortó a evitar que estos configuren un ambiente de confrontación, en el que las agresiones físicas pongan no sólo en riesgo o dañen la integridad física de precandidatos, dirigentes, militantes y ciudadanos, sino el adecuado desarrollo del proceso electoral en su conjunto.
“Se exige un accionar profundamente autocrítico de cada uno de nosotros, que permita observar de qué manera lo que se dice o lo que se hace contribuye a este nocivo enrarecimiento del clima”, dijo.
Velázquez comentó que en atención a las quejas que se han presentado a esta autoridad electoral sobre los actos violentos ya se realiza la investigación de los hechos para determinar, en el ámbito de su competencia, las responsabilidades.
“Necesitamos y queremos que los habitantes de la ciudad tengan la absoluta libertad de asistir a cualquier clase de eventos políticos y ejercer a plenitud sus derechos político electorales sin temor”, expresó.
Sostuvo que la relevancia de suscribir públicamente un pacto de civilidad atiende a la necesidad de responder con claridad a las inquietudes y demandas de la ciudadanía, a su exigencia de que de todos los actores políticos involucrados, además de la adhesión cabal a las leyes, reglamentos y disposiciones electorales vigentes, asuman públicamente el compromiso libre y voluntario de apegar su actuación y la de sus militantes a un conjunto de principios y valores éticos.