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Después de nueve meses de lucha vecinal, ayer el Gobierno de la Ciudad de México determinó retirar el helipuerto que se ubica de manera ilegal en la calle Nuevo León número 238, en la colonia Hipódromo.

“Tuvo que venir un sismo para que se desahogara esta situación y se evitara una posible pérdida humana”, declaró Rafael Guarneros, del Comité Fundacional de la Asociación de Residentes de la Colonia Hipódromo.

Después de sostener un encuentro con el subsecretario de Gobierno, Guillermo Orozco, autoridades del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) y peritos del Instituto de Seguridad de las Construcciones para realizar una visita de inspección, Guarneros dijo que este logro fue por la defensa de la legalidad y en contra el poder económico y político.

Después del sismo del 19 de septiembre el tema de dicho helipuerto tomó auge, ya que por esta situación el edificio se recargó en otro y provocó desperfectos.

Orozco acompañó la supervisión que realizó el Invea en los edificios identificados con el número 238, sobre Nuevo León, y también el 230 de la calle Quintana Roo, que en su parte lateral colinda con el helipuerto.

La determinación fue desmantelar de manera segura el helipuerto y hoy, según Rafael Guarneros, estará listo de manera formal el dictamen que contempla el apuntalamiento y acondicionamiento del edificio para que durante la demolición no sean afectados inmuebles colindantes. El gobierno capitalino dijo que esta semana la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) iniciará la intervención.

El arquitecto José Ávila Méndez, investigador en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, advirtió que al aumentar un piso incrementa la masa, el peso y el brazo de palanca por la oscilación que produce, de ahí que las probabilidades de que caiga son mayores; por ello el 238 de Nuevo León era un riesgo que debía ser atendido por las autoridades.

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