juan.barrera@eluniversal.com.mx
Cuautitlán Izcalli, Méx.— Héctor Santillán Sánchez vive su personaje. Desde hace décadas da vida al sacerdote Anás, en la representación del Viacrucis del pueblo de San Martín Tepetlixpan; por momentos se olvida de sí mismo y retrocede en el tiempo.
“Hay veces que se bloquea uno y se centra en el papel. Hasta parece que de verdad lo estás viviendo en aquellos tiempos. Es algo muy bonito, lo haces al momento y como que te bloqueas a la hora en que estás actuando con Jesús, sí se cimbra uno”, relata.
Héctor tiene 57 años y desde hace 42 años participa en la escenificación de la Pasión y Muerte de Cristo de San Martín Tepetlixpan, uno de los 13 pueblos de Cuautitlán Izcalli.
Originario de dicha población izcallense, a los 15 años fue su primera participación en el Viacrucis como soldado romano. Posteriormente le dieron el papel de Anás y desde entonces lo representa año tras año.
“Es una experiencia muy bonita, le marca a uno la vida, porque es algo muy especial”, dice.
Añade: “Me encomiendo mucho a Dios, darle gracias de cierta manera de que nos da permiso trabajar para él un año más con Club Cardenales y el mensaje que mandamos para toda la gente que nos visita, para los integrantes del club, de guardar el debido respeto, que así lo trabajamos, con cariño, respeto y mucha devoción”.
La representación del Viacrucis en San Martín Tepetlixpan cumple 58 años, organizada por el Club Cardenales, y en esta ocasión participan 250 colonos-actores, tanto de esta comunidad como de colonias aledañas, como La Presita, Unidad Bacardí y Tepalcapa, entre otras.
Agrega: “Esto es bonito para mí, pero a la vez triste porque ya tiene uno una edad en la que ya piensa ‘ya no voy a poder, ni modo’, pero no debe de parar allí, debe de seguir. Queremos dejar a los chavos para que ellos envíen ese mensaje, que sepan lo que tienen las manos”.
Héctor menciona que tiene el apoyo de su familia y seguirá participando en la representación de la Pasión de Cristo hasta que se lo permitan.
Santillán Sánchez agradece a las personas que hacen posible la representación en San Martín Tepetlixpan, en la que participan muchos jóvenes, que son los que continuarán con la tradición, una de las más importantes de Cuautitlán Izcalli.