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Almudena Ocejo Rojo, propuesta para ser la próxima secretaria de Desarrollo Social local, asegura que el actual Gobierno de la Ciudad de México se rezagó en la cobertura de los programas sociales, como la pensión alimentaria de adultos mayores, y también resultó ineficaz debido a que los diversos apoyos existentes se dispersaron o duplicaron, situación que se comprometió a resolver.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la doctora en Ciencias Sociales y Políticas por la UNAM, considera que el declive ocurrió en los últimos tres años, después de la remoción de Rosa Icela Rodríguez —titular de Sedeso de 2012 a 2015 en la gestión de Miguel Ángel Mancera— y quien ahora será la próxima secretaria de Gobierno en la administración de la morenista Claudia Sheinbaum.

Ocejo Rojo afirma que se interrumpió un buen ritmo en la política social con la salida de Rosa Icela Rodríguez: “Se mantuvieron varios programas que se implementaban desde antes, pero en algunos casos se dejó de lado esa atención y ha habido rezagos, por ejemplo la cobertura en el programa de adultos mayores no avanzó como debía”.

Estima que el atraso en el acceso a la pensión universal alcanzó 20%, pues en el padrón hay 525 mil beneficiarios cuando deberían ser 675 mil, es decir, hay 150 mil personas mayores de 68 años que llevan hasta dos años a la espera del apoyo de mil 209 pesos mensuales.

Como parte de su proyecto y del cumplimiento de las promesas de Sheinbaum en campaña, Almudena Ocejo promete disminuir desde el primer año este atraso y luego “darle la vuelta” a esas cifras.

Para ello, aclara, el presupuesto de la Sedeso no aumentará más allá de lo necesario para reducir este desfase; este año Desarrollo Social fue la segunda dependencia con mayor presupuesto, con más de 11 mil millones de pesos.

La también maestra en administración y políticas públicas se dice honrada por la invitación de Sheinbaum para conformar su gabinete y revela que se conocieron hace poco en los foros que realizó la morenista en precampaña: “Conocí a Claudia el año pasado, a través de distintos grupos de trabajo temáticos que teníamos sobre el tema de la Ciudad. Desde noviembre nos conocimos y me invitó a participar como parte de su equipo hacia la campaña”, recuerda.

Su perfil combina la academia —es profesora en el ITAM— y el trabajo en desarrollo social, no desde gobierno sino desde el fomento entre ciudadanos, vecinos u organizaciones de sociedad civil de una mayor participación en la vida pública y en la vigilancia del desempeño del gobierno. Eso, asegura, le ha dado experiencia de trabajar en calle y con la comunidad. Ha trabajado para el Banco Mundial, la Secretaría de la Función Pública y el CIESAS.

Para el primer año de gestión, también pone en sus objetivos una revisión de todos los programas y al respecto prevé que haya una reducción, pero asegura que no se van a retirar apoyos a la gente, sino que se hará para mejorar su operación.

“Hoy en día pareciera que existen muchos programas, pero no necesariamente todos articulados hacia un mismo objetivo de desarrollo social”, explica.

Para acabar con duplicidades, propone establecer una estrategia de trabajo coordinada entre la Federación, la Ciudad y las alcaldías.

Añade que a partir del primer año conformará un padrón único de la política social y llevará a cabo un mapeo por manzana para identificar los grados de marginación en la Ciudad.

Otro de sus retos es erradicar la pobreza extrema en la que viven más de 150 mil personas, pero aclara que eso requiere de “echar montón” entre diversas secretarías y el gobierno federal.

Almudena Ocejo garantiza que sí se puede evitar el clientelismo, y un paso es avanzar hacia un gobierno digital para que a través de internet se acceda a los programas y así se cierre la puerta a intermediarios “que en muchos casos son los que trabajan en términos clientelares y electorales”.

Promete que “se va a notar la diferencia, en el primer año, del reacomodo de la política social” y que después de 2019 se analizará si hace falta algún “programa estrella”.

Dice que su sello estará en que el contacto y atención a la gente sea sin retrasos, eficaz, que no se padezca por acceder a un programa y haya orden. Al responder qué aportará al próximo gobierno, responde: “Tengo el conocimiento de aspectos que no funcionan bien y la visión desde la banqueta de enfrente, de cómo dar seguimiento al trabajo del gobierno, experiencia de trabajo con la gente y sensibilidad en tratar con las personas”.

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