El destino final de la basura en la Ciudad de México está en juego, el Gobierno capitalino busca una opción para no pagar los 2 mil 500 millones de pesos que eroga anualmente al llevarlos a Morelos y al Estado de México. La oposición asegura que es un negocio turbio y la mejor opción era la termovaloralizadora, propuesta por la administración pasada.

Al respecto, la secretaria del Medio Ambiente, Marina Robles, afirma que tienen al menos 30 opciones para aprovechar la basura y en los próximos meses se definirá alguna, por medio de una convocatoria.

“Desde el año pasado estuvimos estudiando mucho, reuniéndonos con grupos de científicos para conocer las distintas ofertas tecnológicas que había en el mundo para el destino final de la basura e invitamos a un coloquio a toda aquella empresa que quisiera mostrarnos el tipo de tecnología que estaban ofreciendo; también estuvimos trabajando en la convocatoria para que se presenten los proyectos”, dijo.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Robles García comentó que entre las opciones de tecnologías para el manejo de residuos sólidos se encuentran el tratamiento biológico de los residuos orgánicos para generar biofertilizante y aprovechamiento energético del biogás; bioquímico, para el mejoramiento de los suelos; el fisoquímico, para la posterior fabricación de compositos, y tratamiento mecánico, como la fabricación de concreto reciclado por medio de residuos de la construcción, entre otros.

“Tenemos como 30 empresas que nos han llegado a presentar sus propuestas, son tecnologías muy diversas, algunas para aprovechamiento de residuos orgánicos e inorgánicos; otro de residuos de la construcción, y de alguna manera muchas comparten varios de los principios del aprovechamiento de los residuos, que son tecnologías que están en otras partes del mundo”, explicó.

La funcionaria local expuso que el objetivo es reintegrar el recurso que se encuentra en la basura, para convertirlo a un nuevo producto de la cadena productiva, pues los residuos son considerados un recurso importante para producir en todo el mundo; expuso que también se busca reducir la contaminación que se genera con los desechos.

Aseguró que el Gobierno capitalino no invertirá en la construcción, pues se pretende reducir el costo de los gastos que actualmente se tiene para el destino final de los desechos en la Ciudad de México, por lo que se entregará la basura a las empresas, para que generen algún proyecto.

“Una de las cosas que queremos es que la Ciudad deje de gastar lo más posible de ese monto de 2 mil 500 millones de pesos, porque finalmente los residuos son un producto que genera riqueza y creemos que se puede ahorrar ese dinero.

“El planteamiento que hemos hecho es que la empresa invierte, la Ciudad entrega la basura, y estos proyectos aprovecharán esos residuos de alguna manera”, explicó.

En su oficina, ubicada frente a la explanada del Zócalo capitalino, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) recordó que están a la espera del registro de proyectos, mismos que deberán presentarse del 9 al 20 de abril próximos.

Con la asesoría de un consejo técnico de especialistas, así como de diferentes secretarías, como la de Obras y Servicios; la de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, y la de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, se definirá el proyecto o los proyectos aprobados, pues refirió que no se casarán con una sola opción, dado que la Ciudad de México necesita deshacerse de cerca de 8 mil 500 toneladas diarias de desechos orgánicos e inorgánicos, y casi 16 mil toneladas al día de residuos de la construcción.

“Los residuos de la Ciudad tienen varios componentes, por eso hablamos de los diferentes residuos. En una de las convocatorias, la de residuos urbanos, tienes la fracción orgánica e inorgánica, que no necesariamente caben en el manejo con una sola tecnología y podría haber varias; la otra son los residuos de la construcción, no estamos cerrados a una sola propuesta”, expuso.

En mayo dará a conocer los proyectos y de inmediato informará a los capitalinos las propuestas, para realizar una consulta ciudadana.

Marina Robles resaltó que los tiempos del contrato podrán variar, en cuestión del modelo de negocio que ellos propongan y dependerá del costo de inversión que tengan en su empresa; aunque, recalcó, el Gobierno capitalino evaluará cuál es la mejor condición para aprovechar los residuos, lo que menos le cueste económicamente a la Ciudad y que no afecte el medio ambiente.

La funcionaria enfatizó que contarán con la basura suficiente para que las empresas hagan sus proyectos; no obstante, destacó que seguirá usufructuándose la basura que ya se hace por parte del sector de limpia de la Ciudad, pues de las 13 mil toneladas que la capital genera, 4 mil 500 se emplean de diferentes formas.

Asimismo, Robles precisó que el Gobierno local tiene pensado que el lugar más viable para que la Ciudad instale una planta de destino final es el bordo poniente; sin embargo, ello dependerá del tipo de proyecto y tecnología que se presenten.

Ante las críticas de los diputados del Congreso capitalino del PRD sobre la termovalorizadora, que fue cancelada por esta administración, Marina Robles expuso que necesita tener más información e hizo un llamado para que se acerquen a ella para que les explique el objetivo. Sostuvo que no se descarta la posibilidad de un proyecto de ese tipo, pero no con el mismo costo, como el de la administración pasada, que no beneficiaba a la Ciudad y sólo era un negocio para los particulares.

“Uno de los problemas fuertísimos de la termovalizadora era el costo tan grande que había para la capital del país, dejando a la Ciudad amarrada, endeudada, con una tecnología por 30 años, siendo que las tecnologías están evolucionando día con día”, concluyó.

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