Desaparecieron la madrugada del sábado pasado. Lo último que le dijeron a sus padres esa noche fue que una patrulla (no especificaron de qué corporación) les había marcado el alto y que los policías se estaban 'poniendo muy locos'. Después se cortó la comunicación.
Ayer, 10 días después de que su padre levantara una denuncia en la agencia Antisecuestros, los cuerpos de Eduardo Benjamín, de 27 años y Marco Antonio, de 26, fueron localizados en la cajuela de su vehículo en una unidad habitacional de la colonia Morelos.
Ese vehículo, dijo el padre de las víctimas, lo habían comprado sus hijos hace dos meses.
Desde el domingo, los vecinos de la unidad Los Azulitos , ubicada sobre avenida Toltecas, entre Granada y Constancia, detectaron el auto Bora abandonado, pero no le dieron importancia.
Ayer, la fetidez que emanaba del automovil los obligó a pedir ayuda. Alrededor de las 4:00 de la tarde, cuando abrieron el automóvil, hallaron los cuerpos en descomposición.
El padre de los jóvenes los identificó gracias al tatuaje que tenía uno de ellos en el brazo. Los hermanos vendían pantalones en Tepito.
lrs