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El seguimiento que hicieron agentes de investigación de la Procuraduría capitalina para esclarecer el doble feminicidio de Graciela y Gatzziella Sol Cifuentes, a las cámaras de seguridad del C5 de la Secretaría de Seguridad Pública, permitió ubicar el vehículo Yaris blanco placas 651-XCM que pertenecía a las víctimas y que fue robado el día de los hechos.
El hallazgo, a decir del procurador Edmundo Garrido, es un gran avance, pues a la unidad ya se le practicaron exámenes periciales y genéticos. Los datos que arrojen las pruebas pueden llevar al agresor de las víctimas, quienes según las necropsias murieron por traumatismo craneoencefálico y asfixia por estrangulamiento.
Estos mismos exámenes revelaron que las mujeres no fueron violentadas sexualmente, en ese sentido, se dio a conocer que hasta el momento han declarado cinco personas cercanas a las Cifuentes, un guardia de seguridad y vecinos de la misma calle, los agentes se han concentrado también en buscar los teléfonos celulares de la madre y su hija, los cuales fueron robados el día del ataque.
También sustrajeron el equipo fotográfico de Graciela y una laptop propiedad de su hija, la joven estudiante de la carrera de Arquitectura en la UNAM, se espera que con datos aportados por sus familiares y amigas, una vez que la computadora se encienda, pueda ser también localizada por las autoridades.
Garrido Osorio puntualizó que el Yaris blanco fue encontrado en la delegación Tlalpan, en la colonia Volcanes, la mañana del jueves. Ahora analizan las cámaras de seguridad del sector para determinar a qué hora fue abandonado y sobre todo, tratar de identificar a quien lo iba conduciendo.
Otra de las líneas fuertes de investigación que mantiene la procuraduría local y por el que indagaba el primer círculo de las Cifuentes, es que dos días antes que las mataran, Graciela recibió un estímulo económico considerable para reparara su vivienda, la cual resultó afectada por el sismo del 19 de septiembre; según los avances, sólo unas cuantas personas sabían que recibirían ese dinero.
La búsqueda de los teléfonos celulares, equipo fotográfico y la laptop se extiende a casas de empeño de la zona. No se descarta que él o los agresores los hayan empeñado para deshacerse de la evidencia.
