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A causa de las fuertes lluvias, al año se caen en la Ciudad de México más de 15 anuncios colocados en azoteas o vallas, alertó la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRPU).
La organización advirtió que esto es a consecuencia del desorden que aún existe por parte de las autoridades encargadas de ver por el bienestar del mobiliario y la integridad de las personas y que ahora será responsabilidad del partido Morena poner orden.
Tan sólo en tres años, el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) de la Ciudad de México ha retirado de manera voluntaria 7 mil 461 anuncios en más de 3 mil puntos de la capital del país, según constató la fundación.
Puso como ejemplo que hace un mes, cuando apenas iniciaban las lluvias, cayó una valla publicitaria encima de un vehículo en la esquina de las calles Atenas y Versalles, en la colonia Juárez.
Además de que, a tiempo, fue retirada una lona de anuncio espectacular en la colonia Centro.
Detalló que de azoteas se quitaron 504 lonas, mil 81 en adosados, 2 mil 391 en vallas y 61 gallardetes, todos de manera voluntaria.
Desde el año pasado, la Asamblea Legislativa local anunció que, sin excepción, serían retirados todos los anuncios espectaculares en los edificios de la Ciudad de México, pese a que por ley se prohíbe colocar estas estructuras en azoteas y edificios.
Según el informe del Consejo de Publicidad Exterior de la Ciudad de México de 2015, en la capital debería de haber mínimo 625 licencias para la colocación de vallas publicitarias de manera regular, pero sólo se presentaron 233 solicitudes, de las cuales únicamente 3.36% obtuvo el permiso.
La Fundación por el Rescate y Recuperación estima que por cada espacio público en vías primarias se pueden colocar hasta ocho anuncios de este tipo.
Por esta situación, en reiteradas ocasiones, el órgano legislativo local pidió a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) que llevara a cabo revisiones y diagnóstico de los anuncios espectaculares para determinar si las estructuras que los soportan son las adecuadas y si representan un riesgo para la seguridad de los habitantes de la Ciudad de México.
Estableció que los anuncios debían ser verificados para constatar el cumplimiento de la normatividad y, sobre todo, para prevenir colapsos ante las lluvias y las ráfagas del viento que podrían ocasionar su caída.