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Cientos de personas se dieron cita en la primera sección del Bosque de Chapultepec donde arrancó la onceava edición la Feria Internacional de las Culturas Amigas. Aunque algunos asistentes extrañaron la cercanía del Zócalo capitalino, también aseguraron que este cambio de sede es mejor, pues hay más espacio en cada estand.
“Ahora nos la pusieron más lejos, por ubicación estaba mejor el Centro, pero la verdad vale la pena, es más espacioso, es bueno para caminar con la familia y, como siempre, conocemos culturas a las que no podemos acceder fácilmente”, comentó Martín, un asistente.
Japón, Rusia, China, Cuba, Estados Unidos, Alemania y los Emiratos Árabes Unidos eran algunos de los “destinos más visitados”, principalmente por contar con representantes originarios de cada país.
La mayoría de los cubículos estaban atiborrados por los asistentes, quienes preguntaban sobre la cultura y los requisitos para poder viajar a las diferentes naciones.
Más espacio. En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL por la feria se observó que los espacios para los 90 países participantes están mejor repartidos sobre el Pabellón de la Diversidad, que va de la Casa de Cultura Quinta Colorada a la Monumental Fuente de Nezahualcóyotl.
En los estands principales se comercializaron desde artesanías, ropa y algunos productos típicos, con precios desde 200 pesos por algún recuerdo, 900 pesos en gorros rusos, 500 pesos en playeras y ropa típica africana, montos que no agradaban a los asistentes, pues consideraban que eran excesivos.
“Está bien que sean de otros países, pero todo está muy caro; siempre es lo mismo, pero eso sí lo deben cambiar. La mayoría venimos en familia y no tenemos mucho para gastar, y así nadie se lleva nada bueno”, comentó Bernardo, quien llegó con su familia procedente de Ecatepec, Estado de México.
La molestia de los precios también la mencionaron algunas personas en el área de comida, pues consideraron que eran muy altos, aunque en promedio, los alimentos costaban entre 80 y 140 pesos.
Hay bebidas regionales como el vodka, de Rusia; cerveza de Alemania, arepas colombianas, sushi, comida china, quesos suizos y chocolates belgas, entre otros.
“Está rica la comida y la verdad es que sirven muy bien, pero creo que si está algo cara, obviamente es rica y conoce uno lo que comen en otros países, pero cuando uno trae a la familia ya no son 100 pesos, son 500 en una sola comida”, dijo Daniel, de la alcaldía Miguel Hidalgo.
En esta feria —que concluirá el 16 de junio— además de la exposición y venta de artesanías, textiles, joyería y productos típicos, se realizarán espectáculos dancísticos, musicales y conversatorios, entre otras actividades de entrada libre, de martes a domingo, de 11:00 a 20:00 horas.