Cuando la policía lo encontró, Jesús, de 4 años, lloraba junto a un automóvil Topaz estacionado en calles de la colonia Roma.
Los uniformados enfocaron su atención en él y no se dieron cuenta que a bordo de ese vehículo blanco, detenido en la esquina de Chiapas y Medellín, estaba un hombre muerto.
Entre llanto, el menor les dijo que su papá le había disparado a su mamá y luego se dio un tiro en la cabeza.
Recostado en el asiento del piloto estaba Roberto, de 35 años, quien sangraba de la cabeza, entre sus piernas estaba un arma de fuego con la que aparentemente se disparó.
En los asientos traseros del coche estaban algunos muñecos relacionados con la santería.
Por la hora en que ocurrió el hecho, alrededor de las 6:00 de la mañana, los oficiales no encontraron más testigos que el niño, quien habría presenciado el suicidio y posteriormente logró bajar del auto.
Al lugar llegó una mujer, que identificó al hombre sin vida. Ella dio pistas sobre la forma en que ocurrió todo. Narró que Roberto estaba separado de su esposa Aliseli, de 25 años.
BUSCABAN REGRESAR
La noche del miércoles, él le marcó para tratar de reconciliarse. Acordaron verse ayer a las 6:00 de la mañana para llevar juntos a su hijo a la escuela.
Pasó por ella a su casa, en la colonia Daniel Garza, subieron al auto y él condujo hacia la Roma.
Llegaron a la esquina de Chiapas y Medellín, donde él se estacionó. Ahí discutieron, pues según los familiares de la mujer era muy celoso.
En ese punto Roberto le disparó a Aliseli, quien a pesar de estar herida en el tórax alcanzó a bajar del coche. Se cree que después de esto él se suicidó.
Aliseli llegó por sus medios al Hospital General regional número 1 del IMSS en la colonia Del Valle. Anoche se informó que la mujer está en coma.
Roberto contaba con un antecedente penal: en el 2014 estuvo cuatro meses en el Reclusorio Oriente por abuso sexual.
cg