Adormilados y asustados, decenas de capitalinos y visitantes de la Ciudad de México se despertaron a la fuerza para evacuar edificios y hoteles en Paseo de la Reforma esta madrugada.
Sorprendidos por el sismo de 6 grados de magnitud , los que continuaban trabajando abandonaron sus puestos y los clientes de los hoteles salieron todavía en pijama a la espera de un nuevo sismo, sorprendidos de que haya sido tan cercano al que se registró el viernes pasado.
La señora María de Lourdes Hernánde z, de 62 años de edad , se encontraba apostando con su esposo en un establecimiento Yak localizado en avenida Juárez.
Cuenta que se siente asustada solamente de escuchar la alerta sísmica. Ella considera que es un trauma remanente de lo ocurrido el 19 de septiembre de 2017. Llorando, confía que después de esta nueva sorpresa ahora sí buscará apoyo psicológico para enfrentar su temor.
"Estoy bien espantadísima. Ese sonido me aterra, me pone mal, estoy hasta temblando y luego que soy diabética... Tengo mucho miedo, ¿Ya ve el de septiembre cómo estuvo? Nos decían que 'tranquilos', 'tranquilos' pero qué tal que otra vez se viene bien fuerte. Estoy aterrorizada, pánico", compartió.
Para Laura Alegría y su familia, quienes son originarios del Estado de México , esta es la primera vez que les toca tener que salir en mitad de la noche por causa de un temblor. Se encontraban hospedados en el Hotel Hilton, puesto que mañana tienen una reunión importante en la Ciudad de México. La alerta los sorprendió en el sueño.
"El del 19 de septiembre no lo sentí, pero el del viernes pasado sí. Ahorita logramos salir con bien, bajamos las escaleras, la puerta de emergencia estaba abierta y solo nos queda avisar a nuestros familiares que estamos bien", dijo.
Sobre la avenida Juárez se podía ver a personas que intentaban tranquilizarse mutuamente, se daban masajes, se abrazaban y se daban palabras de apoyo. La mayor preocupación era avisar a sus familiares y poder hablar con ellos para saber si se encontraban bien.
"Estamos en Parque Alameda, todavía dentro del horario laboral. Más que nada queda el temor por los familiares que están en casa. Uno como sea sabe que salió bien pero nuestros hijos, nuestros papás o nuestros hermanos. Sobretodo por el horario", dijo Vianey, trabajadora de Parque Alameda .