Desde antes de las 9:00 horas comenzaron a llegar a los diputados locales al Antiguo Palacio de Donceles, pues era necesaria su presencia ya que este martes la Ciudad de México volvería ser vanguardia en el país al ser el primer Congreso local que validará las sesiones virtuales ante la pandemia por Covid-19.

La mayoría de los legisladores llegó con cubrebocas y guantes, y quienes no contaban de esos aditamentos, les fueron entregados. Algunos portaban trajes blancos para evitar contagiarse de Covid-19.

Los legisladores tomaron su lugar: 25 en el recinto; ocho en palcos; 21 en balcones; dos en la Mesa Directiva; y 10 en el salón Luis Donaldo Colosio. Aunque al momento de pasar lista, sólo lo hicieron 49; es decir, faltaron 17.

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Para pasar lista es necesaria la huella digital de cada diputado, por lo que sorprendió que el panista Héctor Barrera Marmolejo apareciera en ese listado, cuando convalece por el Covid-19 en su domicilio. La acción, como era de esperarse, provocó risa entre algunos legisladores y a otros les generó suspicacia, “pues cuántas veces han pasado lista los ausentes”.

Mientras tanto, la morenista Valentina Batres Guadarrama exigió a su compañero Eduardo Santillán Pérez un lugar que no le correspondía. La legisladora quería ese lugar, cuando fue la Mesa Directiva la que decidió las curules, con una distancia de dos metros.

La diputada no entendía que en esa curul estaba la tablet de Santillán por lo que fue necesaria la intervención de la coordinadora de Morena , Martha Ávila, para poner orden. Valentina Batres fue a la curul asignada.

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Pese al cubrebocas que no dejaba ver el rostro de los legisladores, algunos diputados ni siquiera fueron incluidos en la lista de asistencia, como el perredista Valentín Maldonado Salgado, a quien por momentos le impidieron el acceso, hasta que intervino el Oficial Mayor, Alfonso Vega González.

De igual forma, el hasta este martes encargado del Canal de Televisión del Congreso local, Roberto Candia, rindió protesta como diputado local, en sustitución de Fernando Aboitiz Saro, quien pidió licencia. “No quiero exponerme y poner en riesgo de contagio a mi familia”, argumentó Aboitiz en su petición.

Sin embargo, una vez que arrancó la sesión y que el Pleno dispensó la lectura de los 80 comunicados y dieron agilidad a la lectura de las 53 iniciativas, procedió la discusión del único dictamen de la orden del día: Reformas a la Ley Orgánica y Reglamento, que minutos antes aprobó la Comisión de Normatividad

Los buenos modales de los legisladores quedaron en el abandono, lo mismo que Susana Distancia. Algunos hasta botaron el cubrebocas, careta y guantes cuando la panista Gabriela Salido exigió un receso para leer el dictamen que minutos antes aprobó la Comisión de Normatividad, relacionada con reformas a la Ley Orgánica y Reglamento Interno del Congreso.

A lo cual se opusieron las morenistas Leticia Varela y Guadalupe Morales. Hasta que su compañero Eduardo Santillán propuso leer el dictamen y luego, “si así lo consideran”, decretaron un receso. La mayoría aceptó la propuesta.

De allí que la lectura del dictamen se prolongó hasta las 13:20 horas, para luego pasar a la votación; a las 14:10 horas, la Ciudad de México volvió a ser vanguardia en el país, pues es el primer Congreso local en dar validez a las sesiones virtuales.

shgm

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