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Este jueves se definirá la situación de los 38 perros de la raza Golden Retriever que fueron rescatados de un criadero clandestino ubicado en la calle Sur 71-A en la colonia Banjidal de la delegación Iztapalapa.
Mientras la persona que los tenía resguardados logra comprobar la propiedad de los canes, éstos están una clínica veterinaria en la Unidad Habitacional Vicente Guerrero.
“Javier Gómez, quien tenía a los cachorros, mencionó que algunos de los perros eran de su propiedad, me parece que los cuidaba, algunos están inscritos en la Asociación Canófila; vamos a esperar a que se cumplan las 48 horas para que pueda mostrar la documentación al Ministerio Público y lo demuestre”, compartió en entrevista Dione Anguiano, jefa delegacional en Iztapalapa.
EL UNIVERSAL realizó un recorrido por la clínica veterinaria a donde trasladaron los perros y observó que a los 38 se les alimenta.
Anguiano Flores indicó que el martes un veterinario de la brigada de vigilancia animal acudió a la clínica para valorar a los perros.
“Seis de los 38 tenían conjuntivitis, los machos tienen cortados los colmillos porque eran perros de cruza; hay algunos con dermatitis, una esta preñada, y otro con una pierna lastimada", dijo la delegada.
Javier Gómez comentó a las autoridades que los perros son llevados a competencias y demostraciones, por lo que la mayoría tienen pedigree; sin embargo, ya no podrán regresar a la casa donde estaban, pues su hogar estaba instalado en una zona con uso de suelo habitacional, donde no está permitida la crianza de especies animales.
La delegada comentó que el martes recibió una carta por parte de uno de los dueños de los perros, quien mencionó que Javier sólo los cuidaba y se encargaba de ellos para que pudieran ir a las competencias, por lo que Anguiano pidió a otros dueños acercarse para facilitar su recuperación.
“Hoy se definirá su situación, esperemos que todos los dueños puedan comprobar su propiedad en el Ministerio Público, pero si no, ya se podría hablar de la adopción”.
Ayer la PGJ informó que Javier “N”, responsable del criadero de perros, quedó en libertad tras pagar una fianza. Sin embargo, continuará su proceso para demostrar la propiedad de los canes.