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Después de más de tres meses de investigación, la Policía Cibernética de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina logró ubicar al responsable de amenazar a través de redes sociales al periodista y columnista de EL UNIVERSAL, Héctor de Mauleón.
El imputado fue localizado en el estado de Veracruz y según las autoridades no pertenece a ninguna organización criminal.
La procuraduría capitalina reveló que el responsable de amenazar al periodista responde al nombre de Giovanni Margarito “N”, a quien en diversos viajes y gracias a la colaboración con la fiscalía de aquel estado se le realizaron varias entrevistas, revisaron su equipo de cómputo y se contó con la versión de testigos.
Consta en el expediente del caso, que a través de Twitter, Héctor de Mauleón recibió amenazas que presuntamente provenían de un grupo delictivo, que le sugería no seguir con los comentarios en torno a lo sucedido en la delegación Tláhuac, después que publicara una serie de investigaciones posteriores al abatimiento a manos de efectivos de la Marina de El Ojos, presunto líder de una organización criminal.
Intimidación Los mensajes decían que de seguir con la misma tónica en los reportajes, atentarían contra su vida; éstos eran acompañados por una cartulina en la que se leía el nombre del periodista y alrededor había balas; mientras que en otro, que también se investiga, se observa cómo alguien dispara con un revólver sobre una fotografía de De Mauleón.
Se ubicó en Xalapa, Veracruz, la dirección IP de la computadora utilizada para enviar las advertencias. Con los datos recabados, el representante social solicitó audiencia para la formulación de imputación el pasado 28 de noviembre, en la que el abogado defensor pidió que la situación jurídica de Giovanni se resolviera dentro del término constitucional.
Dos días después, Giovanni se acogió a un acuerdo reparatorio consistente en ofrecer una disculpa pública al periodista, la cual fue aceptada por el agraviado.
Ésta es la segunda persona que la PGJ detiene por amenazar al periodista, el primero fue localizado en Puebla y también dijo no pertenecer a alguna organización.