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Que tus hijos no pisen la calle entre las 13:00 y 19:00 horas. Tampoco tus abuelos ni familiares con problemas respiratorios o cardiovasculares. Si estás en edad adulta y eres sano, no hagas deporte a esas horas, ni pases demasiado tiempo al aire libre.
Estas son las medidas que habitualmente recomienda la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) en las contingencias ambientales por ozono.
Desde 2008 a abril de 2019 se han decretado un total de 20 contingencias. En 16 de ellas fueron por ozono y suman 18 días y seis horas.
Pero si tomamos en cuenta el valor de 140 puntos Imeca para ozono, la previsión actual a la que desde el pasado 28 de mayo se decretan las precontingencias ambientales por este contaminante, desde 2008 a la fecha, van 212 días en los que la Zona Metropolitana del Valle de México se quedó al borde de la contingencia según los estándares actuales.
“El efecto de estar a 140 puntos o 150 puntos Imeca de ozono es muy similar desde el punto de vista médico, que dependerá del tiempo que una persona pase al aire libre con grupos de riesgo como los policías de tránsito o los obreros”, explicó el doctor Octavio Gamaliel Aztatzi-Aguilar, jefe del Departamento de Investigación en Inmunología y Medicina Ambiental en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.
El ozono, explica, tiene una afectación en el sistema respiratorio. Los efectos inmediatos para pacientes sanos es irritación en las mucosas, mientras que para los asmáticos les puede exacerbar sus crisis. En el largo plazo, el ozono afecta la capacidad pulmonar, reduciéndola.
“En la Ciudad van por el cuarto programa para mejorar la calidad del aire y tienen la obligación de trabajar en uno que tenga vigencia de 2021 a 2030”, explica Sergio Zirath Hernández, titular de la Dirección General de Calidad del Aire de la Ciudad de México.
“Sería genial decir que hay una relación lineal entre bajar la emisión de contaminantes y una reducción de la concentración, pero no es así”, dijo.
Rodolfo Iniestra, director de Investigación de Calidad del Aire y Contaminantes Climáticos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) cuenta que realmente no existe una metodología recomendada para establecer los puntos de una contingencia en ninguna parte del mundo; sino que tiene que ver con el nivel de riesgo que esté dispuesta a aceptar una ciudad, entre la población y la actividad económica”.
Los valores Imeca para decretar una contingencia ambiental en la Zona Metropolitana del Valle de México se han ido actualizando a lo largo de los años. En los 80 y 90, para ozono, se marcaba un límite para activar medidas de entre 250 y 349 puntos.
En la primera mitad de la década del año 2000, los niveles fueron entre 241 y 300 puntos, mientras que después de 2006 se revisaron los parámetros en nueve ocasiones y terminaron en 150 puntos promedio en una hora.
“Siempre va a haber dudas con los límites, ya que es poner en un punto de equilibro la actividad de una ciudad y la salud de las personas”, reflexiona el doctor Aztatzi-Aguilar.