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Un custodio del Reclusorio Oriente fue asesinado la mañana de ayer a bordo de un microbús en las inmediaciones de la delegación Iztapalapa. En un principio las autoridades supusieron que se trató de un robo, pero testigos y usuarios detallaron que los sicarios fueron directamente contra el custodio y le dispararon en tres ocasiones.
Los testimonios recabados por la autoridad investigadora revelaron que los agresores tripulaban una motocicleta de pista, al parecer estaban cazando al custodio, vieron cuando subió al transporte público y le dieron alcance en un área sin mucho tráfico, ahí atravesaron la motocicleta para frenar el paso del microbús, al que sólo subió un gatillero.
El hombre fue directo contra el custodio, identificado como Antonio Pérez López, de 35 años. Al llegar a su objetivo, desenfundó una pistola escuadra calibre .45 y disparó; después tocó el timbre, bajó y escapo junto con su cómplice en la motocicleta hacia Periférico. El chofer y los usuarios pidieron ayuda médica, pero cuando los paramédicos llegaron el custodio estaba muerto.
Llamó la atención a los testigos que la agresión fue directa. No robaron ni agredieron a nadie más, por lo que se descartó que el evento se tratara de un robo, iniciándose una capeta de investigación por homicidio doloso. Más tarde llegaron al lugar varios compañeros de trabajo, quienes lo identificaron como empleado del sistema penitenciario.
El ataque tuvo lugar sobre la calle Liz y Canal de Garay, en las inmediaciones de la colonia Los Ángeles Apanoaya, hasta donde llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública. La víctima tenía su uniforme de trabajo.
Se dio a conocer que tanto las autoridades penitenciarias como las de la Procuraduría capitalina mantienen una investigación sobre la víctima, quien aparentemente era el encargado de cobrar una renta a todos los internos que desde el Reclusorio Oriente se dedican a la extorsión y a la venta de drogas.
Derivado de esto, un jefe de custodios fue dado de baja y consignado por corrupción y abuso de autoridad, mientras que dos custodios más —compañeros del occiso— fueron dados de baja por el mismo delito. Una línea de investigación apunta a que el homicidio es un ajuste de cuentas por las irregularidades al interior del Reclusorio Oriente.