Al anunciar el Gobierno capitalino que el próximo martes serán reanudadas las actividades de 27 mil negocios de los perímetros A y B, así como de seis mil vendedores en la vía pública, la líder del ambulantaje en el Centro Histórico , Alejandra Barrios Richard, externó su molestia por la “drástica y arbitraria” medida.

Incluso, le mandó un mensaje a la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum : “Vender todos los días es nuestra sobrevivencia, no de forma escalonada. Nuestras familias no comen un día sí, otro día no, pues aunque parezca mentira comemos todos los días”, enfatizó con ironía.

Entrevistada por EL UNIVERSAL, la dirigente sostuvo que ella y sus agremiados, “entendemos el asunto de la sana distancia, respetar las medidas de seguridad para que no se expanda el virus, pero nosotros, los olvidados por su administración, tenemos urgencia de trabajar. Entonces que quede claro, sino morimos de la pandemia si de hambre”, advirtió.

Le recordó a Sheinbaum Pardo que “ustedes, los funcionarios del gobierno federal y local, tiene su sueldo seguro, sus prestaciones, vales, aguinaldos etcétera, pero nosotros no, los vendedores en el espacio público, vamos al día. Por eso de que vamos a trabajar unos días sí y otros no, pues nos parece drástico y arbitrario”, reiteró.

Ante esta actitud de la jefa de Gobierno, “de tener oídos sordos”, se dirigió al presidente Andrés Manuel López Obrador, “recurrimos a usted y le pido pueda abrir su agenda para que nos reciba a los dirigentes del comercio popular en la Ciudad de México”, exigió.

Cabe recordar que este martes, reabrirá el comercio establecido y el ambulantaje, para lo cual el Gobierno capitalino habilitará 30 calles peatonales emergentes en el Centro Histórico –con las que suman 43–, mientras que otras 12 más serán flexibles, aunque la mitad del arroyo será destinado exclusivamente para los transeúntes.

Dicha medida, aclaró la autoridad, es con el fin de evitar las aglomeraciones y garantizar la sana distancia en la reanudación de las actividades comerciales.

La secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, explicó que acordaron que la actividad comercial será limitada a 50%, con un esquema en el que los negocios con números pares abran lunes, miércoles y viernes, mientras los nones lo harán martes, jueves y sábado, de forma alterna cada semana en un horario de 11:00 a 17:00 horas, con las medidas de seguridad sanitaria.

Con eso, esperan reducir a 300 mil personas la afluencia diaria en la zona, que en días habituales es de dos millones de visitantes.

Mientras que en el caso de los seis mil comerciantes ambulantes, el Gobierno capitalino informó que acordaron que lo harán también de forma escalonada, para lo cual dividirán la parte oriente del Centro Histórico en tres tramos: norte, centro y sur, con la intención de que cada polígono sólo opere dos días a la semana.

Los ambulantes sólo podrán colocar sus puestos en rejillas de 1.20 por 2 metros y en la banqueta contraria a los establecimientos mercantiles abiertos.

“Queremos verlo de manera optimista, el bien de la salud primero y por el bien de la economía después. Por eso, no se imaginan, la participación de los comerciantes del Centro Histórico para el cumplimiento de las medidas sanitarias están al cien. Esperamos que no las relajen después. Hemos hablando es que están muy preparados con el equipo necesario para sus empleados para enfrentar a la emergencia. Lo que requieren es que haya empleo y reactivación económica del Centro Histórico”, dijo Rodríguez Velázquez.

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Sin embargo, Diana Sánchez Barrios, otra de las líderes del comercio en vía pública del Centro Histórico, insistió en que el jefe del Ejecutivo los reciba, “porque seguimos siendo marginados y ahí está la prueba con estas medidas. Usted que dice ser protector de la clase más humilde, le pido que nos escuche, nos critican, pero no nos escuchan”, enfatizó.

Comentó que “vamos a salir a las calles con el temor de que nos golpeen los granaderos, los policías que están bajo el mando de Claudia Sheinbaum. El vender todos los días es nuestra sobrevivencia, no de forma escalonada. Nuestras familias no comen un día sí, otro día no la familia come todos los días”, coincidió con su madre, Alejandra Barrios Richard.

“Ante el desprecio, la discriminación y nulo apoyo, así como la estigmatización de que los vendedores en el espacio público son unos delincuentes, por parte del Gobierno local”, Sánchez Barrios recordó que hace días, a nombre de más de 10 mil comerciantes presentó quejas ante el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) y la Comisión de Derechos Humanos de la capital (CDHCM) por los citados hechos, de las que hasta el momento no ha obtenido alguna respuesta.

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