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diana.fuentes@eluniversal.com.mx
De inepto, insensible y sin vergüenza no bajaron las 10 fuerzas políticas capitalinas representadas en la Asamblea Legislativa al secretario de Finanzas de la Ciudad de México, Édgar Abraham Amador Zamora, durante su comparecencia en el pleno con motivo del análisis y discusión del Presupuesto del próximo año.
Primero, lo hicieron esperar una hora y la comparecencia arrancó con tan sólo 35 de 66 diputados. Hasta ese momento, todo marchaba con tranquilidad, aunque se sabía que Amador no la tendría fácil pues hasta el tema de laudos salió a relucir.
Desde el pleno el funcionario capitalino aseguró que la Ciudad cuenta con finanzas sólidas y justo cuando declaró “no debemos de ponerla a prueba de manera innecesaria”, el murmullo y la molestia no se hicieron esperar en las curules.
Como cada año, Amador Zamora habló, explicó y justificó el proyecto de presupuesto de manera técnica y así se lo hizo saber el perredista Mauricio Toledo, quien dejó bien claro que “el dinero no es suyo”, en clara alusión al escaso recurso otorgado para atender la reconstrucción luego de los sismos de septiembre.
Para tener testigos de este reproche vecinos de Coyoacán tuvieron acceso a los palcos del recinto de Donceles para recriminar al secretario.
Más de una vez el presidente de la Mesa Directiva, Adrián Rubalcava, llamó al orden. De gritos y uno que otro abucheo no pasó. El secretario de Finanzas ni siquiera se inmutó o manifestó molestia, sólo cuando terminó la comparecencia su rostro ser tornó bastante colorado, pero eso sí, la sonrisa nunca la perdió.
Todos los asambleístas esperaban a un servidor público con respuestas sociales, sensibles, pero sin perder el tema político. Se equivocaron, y hasta le dijeron que hablar con él es como “hablar con la pared”.
Los minutos transcurrieron y las acusaciones subieron de tono. El panista y presidente de la Comisión de Hacienda, Andrés Atayde, lo culpó de mantener un comportamiento monopólico e inconsciente frente a la necesidad de los damnificados.
De manera diplomática, el panista resaltó: “Se lo he dicho siempre y se lo seguiré diciendo [secretario], su deuda más grande con la Ciudad es la de la información”.
Sin fondos
En respuesta, Amador advirtió que no hay posibilidad de contar con mayor presupuesto para el tema de reconstrucción y aunque es potestad de los diputados asignar recursos adicionales “si hay un ajuste implicaría una disminución de los ingresos”, recordó a los legisladores.
Incluso dijo que si hay cambios, los asambleístas tendrían que pensar en aumentar los ingresos o reasignar las partidas ya definidas.
Una vez más, Amador mareó con cifras, porcentajes y quiso enseñar a los legisladores locales.
“Creo que se lo dije el año pasado [secretario], mi reconocimiento a usted por cada año decir siempre lo mismo pero de manera diferente. No ha de ser fácil”, sonrió Atayde Rubiolo.
La bancada de Morena la supo hacer. No quiso entrarle al juego de las críticas severas, pero tampoco lo defendió, pues argumentó que tiene claro que “técnicamente es indefendible su función”.
“Yo pensaba que éramos el partido de oposición, pero al ver el posicionamiento de los que antecedieron el uso de la palabra, creo que es usted al que van a sacrificar en esta desgracia por una cuestión política y no por una cuestión técnica”, apuntaló el morenista Paulo César Martínez.
Los adjetivos en contra del de Finanzas continuaron, pero antes el diputado de Movimiento Ciudadano, Armando López Velarde, hasta asemejó a Édgar Abraham con Dios.
“Déjeme decirle, usted está como Dios, nadie lo puede ver, literalmente. Ha jineteado el dinero público como si fuera de su empresa particular o de su consultoría. Usted tiene años tratando de pagar obras que se deben desde la administración de Marcelo Ebrard, y usted se comprometió con el de la voz que iba a pagar, que ya no volviera a tocarle el tema”, reprobó.
Lo peor fue cuando aludió aquella frase del pueblo de que los funcionarios que no son servidores públicos son el reflejo de su jefe. “Aquí lo hemos constatado una y otra vez, su particular, su coordinador de asesores, etcétera, son prepotentes, majaderos, carecen en absoluto de sensibilidad, y ya no se diga urbanidad o cortesía”.
El PRI y Verde Ecologista, Luis Gerardo Quijano y Xavier López Adame, respectivamente, reprobaron que en este proyecto de presupuesto no hay recursos suficientes.