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Los padres del niño de cuatro años que fue encontrado muerto en la delegación Tláhuac el 23 de septiembre y quien después de 20 días fue identificado por sus familiares, fueron detenidos por su probable responsabilidad en el homicidio, delito por el que podrían enfrentar una pena de hasta 50 años de prisión.

De acuerdo con el subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Marco Enrique Reyes, el niño murió después de que su padre lo golpeara a bordo de un microbús que manejaba para trabajar, y que también usaban para dormir.

La noche del 20 de septiembre fue cuando el menor tiró el dinero de los pasajes, y su papá, molesto, le pegó. Después de esto, los padres decidieron continuar con su rutina, envolvieron al pequeño en dos cobijas y abandonaron su cuerpo en calles de la colonia Ampliación Selene, donde fue encontrado por un transeúnte, quien dio aviso a la policía.

Cuando los oficiales y los paramédicos llegaron al lugar, confirmaron que el menor ya no tenía signos vitales y que además presentaba varias lesiones en el cuerpo. El niño fue trasladado al Instituto de Ciencias Forenses (Incifo), donde permaneció más de dos semanas, hasta que sus abuelos acudieron para identificarlo. Fueron ellos también quienes les dieron la dirección a las autoridades de los padres, pero ya habían huido.

A la par de las investigaciones, los vecinos dijeron a las autoridades que los padres violentaban al niño y que algunos testigos tuvieron que intervenir para detener los abusos. Por todo lo anterior se giró una orden de aprehensión en contra de los padres y se busca que un juez de control los vincule a proceso por el delito de homicidio doloso en relación al parentesco.

El Tribunal Superior de Justicia de la CDMX informó que, en audiencia tras el cumplimento de la orden de aprehensión, el ministerio público imputó el delito a ambos: a la madre por hacer omisión del homicidio y al padre por cometerlo.

Las pruebas forenses concluyeron que el niño falleció por traumatismo craneoencefálico y torácico. Sus dos hermanos, uno más chico y otro mayor, son atendidos por sicólogos para conocer su estado de salud. Sin embargo, el fiscal aseguró que tras la investigación se identificó que “había una especial violencia en contra del menor”.

Tras ejecutarse las órdenes de captura, los imputados fueron ingresados al Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, y al Reclusorio Preventivo Varonil Norte. Se prevé que próximamente se les realice un perfil sicológico para conocer la razón por la que asesinaron al menor.

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