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Con la consigna de “Hasta siempre, Tec” los integrantes de la comunidad del Tecnológico de Monterrey se despidieron del Campus Ciudad de México, que tendrá que ser demolido 70% derivado de los daños ocasionados por el sismo del 19 de septiembre.
Con sus playeras y chamarras azul y blanca que los identifica como “Borregos Salvajes”, alumnos, padres de familia y comunidad Exatec se despidieron de su campus y recordaron los momentos en los cuales se formaron como profesionistas y seres humanos.
En este lugar de 27 años de vida se han formado 40 mil estudiantes; al momento del sismo la matrícula era de 8 mil.
“¡Gracias, Tec CCM!”, “¡Nos vemos pronto!”, “¡Y dale, Tec Ciudad!”, “¡Siempre Tec!”, portaban en sus playeras y escribieron en cartas dedicadas al campus que depositaron en una cápsula del tiempo, la cual será abierta en 2022.
El Campus Ciudad de México cuenta con 14 edificios. Los tres que conectaban los puentes se encuentran asegurados por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México tras la muerte de cinco estudiantes durante el sismo del 19 de septiembre.
Otros tres edificios permanecerán intactos porque su diseño es compatible con el nuevo proyecto de la institución y en los ocho restantes comenzarán los trabajos para la construcción del nuevo campus, el cual será diseñado “para potenciar la experiencia de nuestro Modelo Educativo Tec21”, según la institución.
En la ceremonia se develó una placa en memoria de las víctimas del terremoto, por quienes guardaron un minuto de silencio; los integrantes de la comunidad recordaron algunos de los momentos que vivieron dentro del campus.
“El CCM tiene un espíritu especial. Por un tiempo sentimos que el gigante se derrumbaba; lo más impresionante es que cada uno de ustedes acudió a levantar la parte que le correspondía,” señaló el vicepresidente de Campus del Tec, Alfonso Pompa.
Dijo que la reconstrucción se realizará de manera paralela a la desaparición de los edificios viejos, y estará listo para iniciar el semestre de 2019. Los edificios que serán demolidos están inspirados en la espiral del caracol Nautilus.
