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Los constantes robos a casa-habitación, en el transporte público, a transeúnte o a cuentahabiente, ha obligado a los capitalinos a cambiar sus rutinas y hábitos a tal grado que, por ejemplo, en marzo de este año, los jóvenes han dejado de frecuentar a sus amigos por la noche ante el temor de ser víctimas de la delincuencia.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) los habitantes de la región norte de la capital, las alcaldías Gustavo A. Madero, Iztacalco y Venustiano Carranza se sienten más inseguros y por eso han “modificado sus hábitos”.
Le sigue la región oriente, conformada por Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco, y luego la región sur, compuesta por Benito Juárez, Coyoacán, Magdalena Contreras y Tlalpan.
En esta zona, el temor principal de los jóvenes es salir a los bares, antros y cantinas por miedo a una agresión, mientras que las mujeres se sienten intimidadas al acudir a un banco y los adultos mayores se preocupan más porque entren a robar sus domicilios. Las amas de casa emprendedoras han optado por dejar de utilizar joyas, bolsas, accesorios o relojes.
El Inegi detalla que 64.8% de la población de 18 años y más, residente en las ciudades objeto de estudio —entre ellas la Ciudad de México— manifestó que durante el primer trimestre de 2020 modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito.
Mientras que 54.9% reconoció haber cambiado hábitos respecto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda”.
Además, 54% modificó rutinas en cuanto a “caminar por los alrededores de su vivienda pasadas las ocho de la noche” y 36.3% alteró las rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.
