Pasadas las 22:30 horas del martes, la veloz marcha del Metro se interrumpe de golpe con un frenón que sacude a la gente que viaja abordo del vagón de cola en la Línea 2, entre las estaciones Hidalgo y Revolución , con dirección a Cuatro Caminos .
No parece nada inusual, hasta que después de unos tres minutos se escucha en la radio interna del convoy lo siguiente: "... ¿Puede verificar en qué condiciones se encuentra el cuerpo?" Entonces los viajeros cobran conciencia de que hay un problema y comienzan las llamadas a casa con sus celulares.
Dos vendedores ambulantes aparecen en escena y con evidente orgullo confirman que hay un cadáver en las vías. "Fue un güey que se tiró, valió madres de inmediato..." La gente mantiene la calma. La mayor parte del convoy ya había arribado a Revolución y los demás caminamos hacia la parte delantera incluso antes de que personal del STC empiece a pedir que lo desalojemos, "por su seguridad".
Casi todos esperamos dentro de la estación, aunque los vigilantes y trabajadores se aseguran de que nadie quede en los andenes .
Por momentos hay rumores de que las salidas están bloqueadas, pero antes de los 15 minutos planteados para que se reanude el servicio, un nuevo tren aparece en dirección a Cuatro Caminos y los usuarios, en realidad pocos por la hora, continúan su viaje. A bordo nadie sabe qué fue lo qué ocurrió, ni siquiera lo imaginan.
¿Hubo un suicidio , un accidente, alguien cayó o fue arrojado a las vías? Ahora parece difícil determinarlo.
En Revolución, ninguno de los trabajadores o vigilantes quiso confirmar a este diario la información que todos escuchamos por la radio sobre otra tragedia anónima, cotidiana, en un sistema de transporte masivo que antes nos enorgullecía a todos y ahora luce en una preocupante decadencia .
A través de sus redes sociales, el Metro confirmó que el servicio se reanudó tras maniobras "por una persona accidentada en la estación Revolución de la Línea 2".
ml