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La Ciudad de México necesita alrededor de 150 mil millones de pesos anuales en materia de obra pública para no perder competitividad.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) informó que para este año se invertirán 18 mil millones de pesos —que incluyen proyectos como la ampliación de la Línea 12 del Metro y Metrobús—, de este total, sólo se han licitado 781 millones de pesos en este primer semestre del año.
“La inversión pública no vemos que camine de forma muy clara, y además tenemos la noticia de nuestro jefe de Gobierno que van a parar todas las plazas de más de 10 mil metros cuadrados.
“El ideal de inversión es 5% del Producto Interno Bruto de la Ciudad de México, que son 150 mil millones de pesos. Pero cada que nos acercamos a las autoridades, recibimos la misma respuesta: ‘No hay dinero’. No queremos perder competitividad”, dijo el ingeniero Arturo Bautista Lozano, presidente de la CMIC Ciudad de México.
En conferencia de prensa, abundó que uno de los problemas en materia de inversión en obra es, por ejemplo, en los subsidios en el transporte público. El titular de la CMIC hizo referencia al costo del viaje del Metro, que es de cinco pesos.
“No hay nadie, ninguna empresa que pueda invertir en el Metro, porque no recupera su inversión. Lo que debemos de hacer son cuestiones mixtas, que haya algún dinero que se vaya a fondo perdido y que operación y mantenimiento sea de los privados”, planteó.
Adjudicaciones en la CDMX. Al 30 de junio de 2018, los 781 millones de pesos que se han adjudicado en obras en la capital, 16% es a empresas afiliadas de la CMIC, lo que representa 127 millones; el resto se ha adjudicado a no afiliados.
El titular del organismo, Arturo Bautista, dijo que la desventaja de otorgar contratos a firmas no agremiadas es que no cuentan con el aval de ser socialmente responsables.
Así también para garantizar la transparencia en los procesos de licitación y adjudicación, la CMIC propuso la instrumentación de una línea de denuncia anónima para evitar los hechos de corrupción.
En el caso de la caída de la terraza de la Plaza Artz Pedregal, Bautista Lozano comentó que las normas técnicas complementarias y el reglamento de construcciones funcionan “perfectamente bien”, no obstante, el Gobierno capitalino debe garantizar que la normativa se cumpla al pie de la letra, pues la construcción del recinto representó una negligencia.