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Pese a considerar que llega con retraso de 30 años, para el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), Ramón Aguirre, la recién aprobada Ley de Sustentabilidad Hídrica significa que el organismo, ahora descentralizado, podrá mejorar la prestación del servicio porque, por ley, deberá contar con suficiencia presupuestal.
“El cambio trascendental se va a dar si se cuentan con los recursos para contar con servicios sustentables hídricos en la Ciudad”, señala.
En entrevista con El UNIVERSAL, el titular del Sacmex destaca que los diputados locales hayan incluido el diseño de un programa de acciones con un plazo mínimo de 25 años para resolver la problemática del agua en la capital. Por ello, dice, la combinación de ambos puntos es importante. “Un plan que no se financia no sirve para nada”, acota.
Sobre este tema, puntualiza que las dos formas con las cuales el Sistema de Aguas tiene recursos son el subsidio y las tarifas, y eso se mantiene con la nueva legislación.
Con la ley —avalada por el PRD, PAN y PRI en la Asamblea Legislativa ante la oposición de Morena— se establece que las tarifas las podrá determinar la Junta de Gobierno del Sacmex, que estará integrada por dependencias capitalinas, pero las mismas estarán condicionadas al visto bueno del órgano legislativo.
“Para que las tarifas sean válidas requieren el visto bueno, ahí no hay discusión, deben contar con el visto bueno de la Asamblea”, sostiene.
Se le pregunta que si para cumplir con una de las metas establecidas en el programa de Sustentabilidad Hídrica implicará el aumento de las tarifas a lo que responde que eso dependerá de la siguiente administración y de la Asamblea.
“Ya realmente las tarifas, ahora sí, tienen un sentido claro porque tú necesitas darle al Sistema de Aguas lo que necesita. La siguiente Asamblea, el siguiente gobierno, lo primero que te pongo sobre la mesa, no es una ley para esta administración, es para la Ciudad, esto va para la siguiente administración”, explica.
Añade: “Si quieres mantener tarifas bajas como están, mán- tenlas, pero lo que no está permitido es que no le des al Sistema de Aguas los recursos que requiere para cumplir con el programa”.
En este punto, Ramón Aguirre Díaz insiste: “Las tarifas no tienen que subir, lo que sí tendrán que subir es el subsidio” para atender las metas que se establezcan en dicho plan que en este caso, reconoce, sí le tocará encabezar por los tiempos establecidos en la propia ley.
Al aclarar que no tiene interés en permanecer en el cargo —lo ha ocupado en las gestiones de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera— comenta que con la integración del Consejo Técnico Asesor, donde habrá especialistas, se rehará el plan hídrico para la capital del país el cual ya habían planteado, pero se modificará para atender este mandato de ley. Lo que plantea de inicio es que no debe durar más de 50 años.
No es privatización
Tras las críticas que ha habido de que el Sacmex se privatizará, Ramón Aguirre rechaza tal aseveración y dice que se trata de darle autonomía de gestión, es decir, la contratación de créditos, que, recuerda, ya se hacía por parte del Gobierno capitalino, sólo que ahora cuando entre en vigencia la ley, lo podrá hacer directamente el sistema con lo que previó atender más rápidamente las quejas de usuarios, por ejemplo.
Dijo que la nueva legislación no permite la entrada de capital privado, lo que sí hay es la participación de empresas en tareas como facturación y cobro del servicio, lo cual ya vienen ocurriendo desde la década de los 90 en la Ciudad de México.
“Yo no sé si la gente que dice que se privatizará el sistema lo dice por desinformación o por querer confundir. Pero la realidad es que en el artículo 8 de la ley dice que no se privatizará, además lo trae la Constitución, ¡hombre! esto está rebasado”.
Señala que la ley debe replicarse en otros estados por elementos como el que ahora las personas sabrán la calidad del agua que llega a sus colonias, se establece que haya un perfil determinado para ocupar los niveles de dirección del sistema hasta subdirector, y que habrá índices para medir el avance de las metas para resolver los problemas del agua y drenaje en la capital.
