Comerciantes de la vía pública del Centro marcha y bloquean calles en el primer cuadro de la Ciudad este sábado para exigir al gobierno capitalino que los permita vender sus mercancías.
De acuerdo con informes del gobierno capitalino, el grupo de aproximadamente 200 manifestantes ha bloqueado diversos puntos como Reforma y Avenida Hidalgo; se han trasladado a Izazaga y Pino Suárez.
Elementos de la policía capitalina acompañan al contingente para aminorar las afectaciones viales.
El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México por medio de su cuenta twitter informó sobre el cierre a la circulación por bloqueo sobre Paseo de la Reforma y Av. Hidalgo , colonia Guerrero.
Recomendó utilizar como alternativas viales Av. de los Insurgentes, Eje 2 Norte, Av. Chapultepec, Eje Central y Circuito Interior.
Debido a que negocios incumplieron las reglas de sanidad y se desbordó la afluencia de personas en el Centro Histórico durante sus primeros tres días de reactivación tras pasar del semáforo rojo al naranja, el Gobierno capitalino informó ayer que tomó la decisión de volver a cerrar las calles durante este fin de semana para revisar la estrategia y adecuar las reglas para retornar a las actividades.
La mandataria local, Claudia Sheinbaum Pardo, indicó que la suspensión servirá para acordar, nuevamente con comerciantes, reglas más estrictas para evitar rebrotes.
Sin embargo, autoridades capitalinas adelantaron que habrá sanciones a quienes incumplan las medidas, como la suspensión de actividades hasta 15 días y se cerrará el acceso a la calle correspondiente, esto en caso de que 30% de los comercios no cumplan las restricciones.
También lee:
La gente desbordó las calles del Centro Histórico sin preocupación a contagiarse de Covid-19, usando el cubrebocas debajo de la barba, colgado de una oreja, o sin siquiera portarlo.
Las medidas de sanidad fueron muy poco empleadas en algunos negocios establecidos, los cuales permitieron el lleno total.
Esta problemática se observó en República de El Salvador, en donde los clientes se formaron sobre la acera para esperar a que se desalojara un negocio. Las filas de clientes y ambulantes generaban una gran concentración sobre las banquetas, e inclusive, en la vialidad, con los diableros deteniendo el flujo de vehículos.