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Autoridades capitalinas suspendieron actividades en 38 purificadoras y dos fábricas de hielo, como parte de las visitas de verificación de calidad de agua que lleva a cabo la Agencia de Protección Sanitaria (APS).
El director general de la dependencia, José Jesús Trujillo, informó que las acciones de verificación se han reforzado debido al aumento de la temperatura por la época del año, lo que provoca mayor consumo de agua por parte de la población.
Esta vigilancia consta del muestreo de agua y saneamiento básico, enfocado a la certificación de los niveles de cloración conforme a los parámetros establecidos en las normas sanitarias y la búsqueda de bacterias, como la denominada V. Cholerae, que es la causante de la enfermedad diarreica causada por la infección del intestino.
Estas inspecciones se realizan en cada una de las fases que comprende la producción y distribución de agua. De enero a la fecha se han realizado 119 visitas sanitarias; 108 en purificadoras de agua y 11 en fábricas de hielo.
Cuidando la salud. Las verificaciones tienen el objetivo de conocer las condiciones en las que operan estas empresas, así como detectar irregularidades que no pongan en riesgo la salud.
En cuestión de la verificación a purificadoras, las autoridades refirieron que este negocio ha proliferado en lugares inadecuados e insalubres, pues se han detectado casos en los que las personas habilitan su sala para purificar el agua.
Las microempresas que fueron suspendidas fue porque el área de llenado de garrafones no se encontraba aislado totalmente.
Entre las características de salubridad que deben contar las purificadoras destacan que los tanques de almacenamiento deben estar bien tapados y sin evidencia de contaminación, y que los filtros de purificación de ozono, lámpara de ultravioleta y de carbón activado, funcionen al 100%, pues una falla puede causar que el procedimiento de filtración no sea el adecuado.
Además, se han revisado 384 pipas de agua, principalmente aquellas donde hay mayor presencia y repartición como en las comunidades rurales.
Tan sólo en la delegación Tlalpan se han revisado 200 unidades. Hasta el momento, no se ha suspendido a ninguna.
De acuerdo con el responsable del área de Alimentos, Bebidas, Servicios y Control Analítico de la Agencia de Protección Sanitaria, José Francisco Peña Quintana, se verifica que las pipas cumplan con las medidas de desinfección del agua, como cloración residual y el análisis de calidad microbiológica.
Esto además de certificar que las condiciones físicas y de higiene de las cisternas protejan el agua de contaminación.
El funcionario capitalino informó que la vigilancia de la calidad del agua es importante para reducir riesgos de transmisión de enfermedades por su consumo, como las de tipo gastrointestinal y las producidas por contaminantes tóxicos en el líquido.
Hasta el momento, no se han reportado casos de personas con enfermedades gastrointestinales por la ingesta de agua contaminada.