La Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) tiene listos siete proyectos de construcción de ciclovías en la Ciudad de México, pero no puede ejecutarlos por falta de presupuesto.
La situación es calificada por asocia-ciones ciclistas como un doble discurso de parte del gobierno capitalino, pues mientras promueve el uso de bicicleta, no hay recursos para infraestructura.
La Sedema, a cargo de Tanya Müller, necesita 70 millones de pesos para llevar a cabo estas tareas, por lo que solicitó este presupuesto a los diputados locales para construir 54.3 kilómetros adicionales de ciclovías en 2018.
Los proyectos, que tuvieron un costo de 10 millones de pesos, ya están aprobados por las dependencias correspondientes, destacó la funcionaria capitalina en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Ya están firmados, autorizados por la Secretaría de Seguridad Pública y la Secretaría de Movilidad, y como este año hicimos ese trabajo de proyectos ejecutivos, y las gestiones y autorizaciones de los proyectos ejecutivos financiados por el Fondo Ambiental Público, lo que ahorita requeriríamos en 2018, son 70 millones de pesos para construir las ciclovías de los proyectos ejecutivos que ya tenemos”.
Müller García refirió que el elemento de confinamiento sería diferente al que se ocupa en la ciclovía de Revolución-Patriotismo, el cual es considerado como uno de los más seguros para los usuarios ciclistas.
“En Revolución-Patriotismo se hizo un diseño muy especial por el tipo de vehículo, y porque circulan muchas unidades de carga y de transporte público, es una vialidad de cinco carriles. Entonces, por las condiciones particulares [de esa vía], es que se hizo este diseño especial, donde se integraron plataformas para el transporte público, y donde se hizo un diseño considerando las velocidades y el tipo de vehículos.
“En estas ciclovías el elemento de confinamiento que se utilizaría es el amarillo, que ya está utilizado y que está dentro del manual de la Secretaría de Movilidad”, aclaró.
Peligra la vida
En un recorrido, los activistas Olaf Dikinson, Yunuen Salguero y Sara Vélez, del grupo Cultura Vial, mostraron las dificultades a las que se enfrentan los ciclistas por la falta de infraestructura y los obstáculos en los caminos.
El grupo recorrió la zona de Paseo de la Reforma, a la altura de la Estela de Luz, donde desaparece la ciclovía.
“Es un camino donde termina la ciclovía y que muchos ciclistas debemos continuar para ir a Lomas de Chapultepec. Al terminarse la ciclovía encontramos una invasión enorme de automóviles, una dificultad para poder pedalear, invasión del transporte público, poco respeto al ciclista y, además, un estrechamiento del camino que hace que se haga un nudo vial”, dijo Sara.
En el tramo de Lieja a Gandhi, donde hay menos de un kilómetro de distancia, los ciclistas sintieron que pusieron en riesgo su vida.
Olaf Dickinson afirmó que se sigue privilegiando el uso del automóvil por encima de la vida del ciclista. “La infraestructura nos obliga a utilizar lo que para nosotros es más seguro, y si nosotros no sentimos que la ciclovía es segura, no va a ser utilizada, y eso es responsabilidad de las autoridades, no del ciclista”, comentó.
Por su parte, Agustín Martínez, presidente de la asociación Bicitekas, aseguró que el hecho de que no haya presupuesto para la construcción de ciclovías representa una falta de liderazgo en la materia.
“Hablan de proyectos muy buenos, y a la mera hora no hay dinero. Nos falta voluntad política. Nosotros le hacemos un llamado a los diputados de la Asamblea Legislativa para que asignen el recurso”.
De acuerdo con el quinto informe de la Sedema, la ampliación de la infraestructura ciclista permite aumentar el número de viajes. Si bien se desconoce cuántos usuarios serían beneficiados con la construcción de siete ciclovías, la dependencia señala que en 2016 se registraron más de 1.4 millones de ciclistas en los contadores de las avenidas Reforma, Revolución y Patriotismo.
Donde más se registraron fue en la ciclovía de Reforma, con 832 mil 860 usuarios.