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La Comisión de Derechos Humanos local brindará acompañamiento a la familia de Raymundo, estudiante de la UNAM detenido el jueves en la estación del Metro Atlalilco, de la Línea 12, por el presunto robo de un celular.
Esto después de que su padre, Carlos Ramírez, denunciara que el joven fue aprehendido de forma arbitraria por un grupo de policías, quienes, sin aparentes pruebas, le comunicaron que se lo llevarían al Ministerio Público.
Luego de que el caso fuera difundido por este diario, el organismo contactó a Ramírez para ofrecer acompañamiento, que va desde mantenerse al tanto sobre el proceso, como solicitar informes a las autoridades sobre el protocolo que siguieron los agentes que derivó en la detención de Raymundo.
De acuerdo al relato del familiar del estudiante, la mañana del jueves, en el trasbordo de Atlalilco, cinco policías revisaron a Raymundo y luego le comunicaron a él, y a otros cuatro pasajeros, que los llevarían a una Agencia del Ministerio Público.
El joven, quien según su padre sólo llevaba un celular y su mochila, porque se dirigía a tomar clases como todos los días en la Facultad de Derecho, le llamó y le comentó que lo acusaban de robo del celular de una pareja.
“Me dijo que lo tienen detenido en Cuauhtémoc 8. Cuando me presenté, ahí alcancé a hablar con él y me dijo que el transbordo del Metro Atlalilco unos policías señalaron a varios, [y a él] le hacen revisión. [Luego] le dicen que lo van a presentar a la 50, porque supuestamente hay gente que señaló que ‘una bolita [de jóvenes]’ había robado un celular”, dijo Carlos Ramírez.
De acuerdo con el señor, los policías sólo detuvieron a su hijo al azar.
“Me parece que es una arbitrariedad por parte de la autoridad, de los elementos de la policía y del Metro, porque un ciudadano no puede caminar en las instalaciones de ese servicio y ser remitido simplemente porque va a ir a la escuela”, exclamó.
El familiar del joven comentó a este medio que en el MP se inició la carpeta de investigación y que tres de los cinco detenidos tenían antecedentes penales; el cuarto era un albañil de una comunidad indígena y el quinto, su hijo, un universitario.
Hasta la tarde de ayer, después de más 34 horas de arresto, Raymundo compareció ante las autoridades.