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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Los errores de los agentes de investigación de la procuraduría capitalina en el caso del asesinato de la escort argentina Karen continúan.
Al detener al actor Axel Arenas como principal sospechoso, no continuaron con la investigación pues pensaron que con el imputado en prisión, el expediente estaría concluido; sin embargo, omitieron detalles que podrían derivar incluso en la fuga del verdadero responsable.
Y aunque la familia de Karen llegó dos días después para llevarse el cuerpo a su país de origen, esto no pudo ser posible pues las autoridades ya se lo habían entregado a su esposo y éste, en una ceremonia privada —incluso sin participárselo a sus mejores amigas y conocidas— organizó las honras fúnebres.
Esta situación provocó el enojo de la familia de Karen, pero no discutieron y regresaron a Argentina, mientras que las autoridades cuestionaron al esposo, Carlos Iván, la rapidez con la que actuó. El hombre, según la investigación, aseguró ser un comerciante de Tepito y que en sus ratos libres es chofer de Uber.
La relación con Karen duró poco más de dos años en la cual, a decir del tepiteño, “se enamoraron”, pues la escort incluso dejó de trabajar.
Ahora que el principal sospechoso en este caso demostró su inocencia, las autoridades mantienen una nueva línea de investigación, pues no descartan que el asesino de la escort venezolana Génesis sea el mismo que mató a Karen.
A las dos aparentemente las contactó de la página zonadivas.com; no descartan exhumar el cuerpo para continuar con las indagatorias.
Grave error de PGJ: especialistas. La pifia que cometió la procuraduría capitalina al imputar al actor Axel Arenas en el asesinado de la escort argentina Karen, no sólo vulnera la credibilidad de la institución y de los agentes de investigación, también dio suficiente tiempo para que el verdadero asesino escape o aún peor, planee el próximo ataque.
Así lo explicaron especialistas y criminólogos al cuestionarlos sobre el error que cometió la PGJ, del cual dijeron, no hay justificación alguna pues, aunque efectivamente un juez otorga la orden de aprehensión, los agentes de investigación, antes de solicitar el documento, debieron corroborar perfectamente la información que tenían. “Este es el problema de la falta de capacitación de los agentes, aún tienen el chip del antiguo sistema penal; primero detienen luego averiguan y termina en este error. Lo que debería ser un gran logro para la institución ahora es una vergüenza que tambalea su credibilidad.
“Hay que ponernos a pensar si el imputado no tuviera para pagar un buen abogado o en ese momento no contara con los recursos o documentos para demostrar que estaba en otro país el día de los hechos, sería terrible y posiblemente seguiría en prisión, ahora el pensamiento colectivo es cuántos casos similares no se registran, cuántos por no tener un abogado de verdad acaban en prisión, ese es nivel de daño que esta pifia dejó”, explica Roberto Pimentel, abogado penalista por la UAM, especialista en el sistema acusatorio.
“Ahora deben actuar rápido y detener al verdadero culpable para demostrar que si saben trabajar y recobrar la credibilidad perdida. También deben estar alerta a las actividades de las mujeres con el perfil de las víctimas, la autoridades y el agresor saben que hay un perfil y eso lo deben establecer si quieren evitar que se sigan cometiendo más crímenes”, expuso Leonel Rodríguez, criminólogo acreditado por la UNAM.