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La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México detuvo a dos personas —de 59 y 60 años— por su presunta participación en el asesinato del bombero Jorge García Salinas, ocurrido hace una semana en la delegación Cuauhtémoc. Las primeras investigaciones indican que fue una agresión directa. Sin embargo, las autoridades no han establecido el móvil de la ejecución.
Desde el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y en conferencia de prensa, el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, informó que la captura de los presuntos responsables fue gracias a un trabajo de inteligencia realizado por la Policía de Investigación, así como el análisis de cámaras de videovigilancia particulares y del C-5, que captaron los momentos previos y posteriores del crimen.
De acuerdo con el relato del procurador capitalino, Edmundo Garrido, el actuar de los imputados quedó grabado y fue así como se estableció que el 8 de junio, a las 13:25 horas, en una vinatería ubicada en la colonia Esperanza, delegación Cuauhtémoc, el sujeto de 59 años, quien siguió al bombero hasta la tienda, fue quien disparó en dos ocasiones el arma calibre .380.
Después de matar a su víctima, el presunto sicario caminó hasta abordar el transporte público y después se subió a un taxi rumbo a la colonia Pensil, en la delegación Miguel Hidalgo, donde, ahora se sabe, está ubicado su domicilio.
Sobre el otro imputado, de 60 años, su coparticipación consistió en acompañar al autor material. Vigiló y señaló a la víctima, como consta en el video obtenido como evidencia de prueba. Posteriormente huyó siguiendo la ruta del probable homicida hacia la misma colonia a bordo de una motocicleta color verde con negro, que después fue localizada en un domicilio cercano al suyo y que ahora se encuentra a disposición del agente del Ministerio Público.
Con los trabajos de inteligencia realizados por la Policía de Investigación y el personal ministerial se acreditó que el imputado de 59 años es el autor material del homicidio, en tanto que el de 60 tiene la calidad de copartícipe. Los testigos del crimen también los identificaron.
Al analizar la base de datos de la institución, se obtuvo que ambos imputados tienen antecedentes penales: el de 59 años por el delito de robo a transeúnte con violencia en 2016; y el copartícipe por portación de arma prohibida en 1991, por lesiones calificadas en 1999 y por robo simple en 1996 y 2014.
Las penas. La procuraduría capitalina obtuvo de un juez de control las órdenes de aprehensión respectivas, mismas que ya se cumplimentaron, por lo que los imputados fueron ingresados al Reclusorio Preventivo Varonil Norte y puestos a disposición de un juez de control para que los vincule a proceso y les dicte la prisión preventiva oficiosa como medida cautelar.
De comprobarse su responsabilidad en el delito de homicidio calificado, cada uno de los imputados podría alcanzar una pena de hasta 50 años de prisión.
Al respecto, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, dijo que estará pendiente de las declaraciones de los detenidos, aunque, dijo, hasta ahora no se puede hacer ningún tipo de vinculación con el ex líder del sindicato de Bomberos Ismael Figueroa.
El mandatario reiteró su propuesta de que la Junta de Conciliación y Arbitraje sea la que medie el conflicto entre el sindicato de bomberos y el grupo que quiere integrar una organización alterna.
Asimismo, dijo que es indispensable la intervención de la Comisión de Derechos Humanos (CDH): “He instruido al subsecretario de Capital Humano para que esté al pendiente de todos los elementos del Cuerpo de Bomberos, y que dé certeza sobre el mantenimiento, sobre la continuidad de la relación laboral y los derechos inherentes”.