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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública detuvieron, por casualidad, a quien según los trabajos de inteligencia de las policías locales, ocupó el lugar del extinto Francisco Javier Hernández Gómez, Pancho Cayagua, quien fundó y dirigió por varios años el Cártel de Tepito; el imputado manipulaba un arma de fuego en calles de la colonia Morelos.
En ese momento los policías le marcaron el alto y lo revisaron. De entre sus ropas y en una maleta que llevaba, encontraron una bolsa con kilo y medio de marihuana, 68 dosis del mismo enervante y 50 porciones de cocaína; al leerle sus derechos y notificarle que sería consignado a las autoridades correspondientes, trató de intimidar a los policías.
Les dijo que era el cuñado de Pancho Cayagua y que actualmente tenía el control del Cártel de Tepito, como respuesta los policías solicitaron refuerzos y lo trasladaron al Ministerio Público bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
Ahora será sentenciado por el delito de narcomenudeo y portación de arma de fuego, aunque no tiene antecedentes, se espera que logren enviarlo a prisión.
Según información de inteligencia de la procuraduría capitalina y la Secretaría de Seguridad Pública, el detenido Rafael “N” es hermano de la primera esposa de Pancho Cayagua, con quien trabajó desde que se fundó el cártel del barrio bravo. El inculpado empezó vendiendo drogas al menudeo, después coordinó las extorsiones de comerciantes instalados en las delegaciones Cuauhtémoc, Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero.
Además se le vincula con la autoría intelectual de varias ejecuciones ordenadas mientras Cayagua permanecía en prisión.
Rafael ‘N’ se ganó el respeto de los miembros de esta célula delictiva cuando emprendió una guerra contra Roberto Mollado Esparza, El Betito, principal sospechoso de la ejecución de Cayagua.
Se le imputa el ordenar cinco ejecuciones, tres en las inmediaciones de Tepito y dos más en GAM.
Con la detención de Rafael y después del asesinato de Hernández Gómez, las autoridades señalan a El Betito como único líder de la célula criminal asentada en Tepito y encargada de la distribución de droga en la Zona Rosa, el corredor Roma-Condesa, antros y bares del primer cuadro de la ciudad y del corredor de la avenida Insurgentes.
La agrupación criminal es señalada por comerciantes del Eje Central, Tepito, Centro, de los mercados Jamaica, Merced y Sonora de cobrarles “derecho de piso”, para no lastimar a los locatarios o a sus familiares.