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Adelaida Paz, madre de Bladimir Godínez, el estudiante de 27 años de la UNAM cuyo cuerpo fue encontrado dentro de un departamento en la delegación Coyoacán este lunes, explicó que el joven murió de causas naturales.
“Parece que se golpeó, que se cayó y se golpeó tan fuerte contra el piso que se abrió su cabeza. No murió por un robo, no fue un asesinato, eso es lo que yo creo; aunque aún falta la autopsia oficial”, reveló la mujer en entrevista con EL UNIVERSAL.
Bladimir era originario de Piedras Negras, Coahuila; hace más de cinco años hizo varios exámenes para estudiar la licenciatura en Economía en universidades de Aguascalientes y Puebla. De la primera fue rechazado y la segunda le abrió las puertas.
Cuando se tituló como licenciado buscó continuar con su formación y aplicó para un posgrado en Econometría impartido por la UNAM en el que lo aceptaron.
Hace nueve meses llegó a la Ciudad de México y rentó un cuarto en Canautli 200 esquina Tequila, en la colonia Pedregal de Santo Domingo, en la delegación Coyoacán.
Ahí, en su habitación, fue donde lo encontró su madre Adelaida luego de más de 10 días en los que no tuvo comunicación con él.
El calvario. La última noticia que se supo por redes sociales fue que el 27 de abril salió con amigos al cine. Su mamá le marcó varias ocasiones y sus compañeros no supieron más de él.
Todos se movilizaron: publicaron en sus perfiles de Facebook una foto de Bladimir con sus datos personales y sus amigos pedían información para que les avisaran si lo habían visto.
Este lunes su madre viajó desde Coahuila para buscarlo personalmente y se encontró con su hijo tirado a un lado de la cama, muerto.
A pesar de las fotos que circularon del cadáver de Bladimir, a su madre le gustaría que todos lo recordaran como el joven que describe en la entrevista.
“Mi hijo era brillante, siempre tuvo las mejores calificaciones en la escuela. Era lo más grande que yo tenía y sus amigos sólo me lo han descrito como un hombre tranquilo, amigable”, comentó con la voz entrecortada.
Desde el momento en que ella comunicó que su hijo había fallecido, sus compañeros le brindaron apoyo mientras se realizaban Los trámites correspondientes: “Todos se portaron maravilloso conmigo, fueron muy buenos y ahora yo, que vine por mi hijo, me lo llevo de regreso”.
Bladimir fue incinerado en la Ciudad de México, donde hizo nuevos amigos y planeaba estudiar una Maestría en la máxima casa de estudios.