A dos meses de no salir a la calle a vender sus productos, los comerciantes del espacio público “han llegado al canibalismo; es decir, por la falta de dinero y empleo empezaron a vender lo que tienen de valor para sobrevivir”, denunció Alejandra Barrios Richard.
La presidenta de la Asociación Legítima Cívica Comercial, que tiene más de 5 mil agremiados que ocupan las calles de Argentina, El Carmen, Perú y la estación del Metro Salto del Agua, en el Centro Histórico, además de la Glorieta de Chilpancingo, sostuvo que esta situación se debe a la deteriorada economía por la pandemia.
Incluso, comentó que entre sus agremiados ha empezado la separación familiar, “ya que si la cabeza no lleva para comer, las peleas son frecuentes ante los reclamos de los hijos y esposa, acción que no ve el Gobierno capitalino”.
Explicó que la situación es tan grave que muchos de sus agremiados han empeñado o vendido sus bienes para sobrevivir.
“Desgraciadamente, a pesar de que el comercio informal es una válvula de escape, aporta 40% del PIB local, esto quiere decir que, por la crisis, pronto estos comerciantes serán el doble de la cifra nacional de acuerdo con el Inegi”, advirtió.
Acusó que son un sector que no ha recibido ningún tipo de ayuda económica por los gobiernos federal, local y “mucho menos de la alcaldía Cuauhtémoc, lo que es una total discriminación para nosotros”.