CDMX
.- Este jueves serán presentados, en el Pleno del Congreso de la Ciudad de México , dos dictámenes relacionados con la fiscalización y el nombramiento del contralor General de la Ciudad de México .
Este miércoles, en Comisiones Unidas y con el rechazo de la oposición, fue aprobado que los contralores de dependencias, alcaldías y organismos autónomos serán nombrados por la Secretaría de la Contraloría General y no el Congreso local .
Las comisiones de Transparencia y Combate a la Corrupción, así como de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Ciudad de México, en Donceles y Allende, avalaron el dictamen por el que se derogan diversas disposiciones de la Ley de Auditoría y Control interno de la Administración Pública capitalina , en el que quedó estipulado que los contralores durarán en su encargo cuatro años con posibilidad de ser ratificados por un periodo más.
Además deberán acreditar experiencia mínima de tres años en ramas de transparencia, evaluación, rendición de cuentas e incluso combate a la corrupción.
El dictamen expone que serán sujetos a un sistema de profesionalización .
El tema de que no sean nombrados por los congresistas generó inconformidad entre la oposición. Los perredistas Víctor Hugo Lobo y Jorge Gaviño argumentaron que esta aprobación representa un retroceso al regresarle al Ejecutivo local la concentración del poder y la facultad de designar 150 contralores de las dependencias capitalinas.
Recordaron que el artículo 61 de la Constitución Política de la Ciudad de México refiere la existencia de órganos independientes con un proceso de selección distinta a lo que impuso Morena.
“Los órganos internos de control serán independientes de los entes públicos ante las que ejerzan sus funciones y su titularidad será ocupada de manera rotativa. Las personas titulares de dichos órganos internos de control serán seleccionados y formados a través de un sistema de profesionalización y rendirán cuentas ante el Sistema Local Anticorrupción”, leyeron los perredistas.
El panista Federico Döring consideró que se trata de un atropello a la fiscalización, toda vez que el gobierno se vigilará asimismo y la rendición de cuentas se quedará sólo en palabra.
De inmediato los diputados morenistas calificaron lo dicho por PRD y PAN como un discurso tramposo.
etp