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Las detenciones de menores de edad en posesión de drogas mostraron un incremento considerable durante este primer semestre del año; elementos de la Secretaría de Seguridad Pública detuvieron en ese lapso a 78 jóvenes de entre 15 y 17 años en posesión de pequeñas dosis de enervantes, mientras que el año pasado por este mismo delito arrestaron a 35 menores.
Principalmente traficaban marihuana, pastillas sicotrópicas, cocaína, heroína y recientemente cristal.
Las detenciones se han realizado por casualidad, pues estos jóvenes al ser sometidos a una revisión de rutina fueron sorprendidos con la droga.
Debido a esto, las autoridades de la procuraduría capitalina mantienen una investigación en torno a la venta de droga al menudeo con esta modalidad; los surtidores de narcóticos están conscientes de que el menor de edad sólo recibe una falta administrativa por la portación de droga y quedan libres un mes después de su detención, “los utilizan y ni si quieran les pagan”, comenta una fuente allegada a la investigación.
Las estadísticas de la autoridad indican que en la zona centro, la Zona Rosa, el corredor Roma-Condesa y en Polanco es donde más detenciones se realizan. Se ha detectado también que para hacer llegar la droga al cliente usan bicicletas, con las que evaden todas las revisiones de las autoridades en el sector, pues se camuflan con los paseantes del lugar.
Negocio familiar. La procuraduría capitalina ha documentado —con base en las detenciones de estos menores de edad— que este negocio ilícito es administrado por familias enteras e incluso se ha logrado establecer que quienes encabezan las pequeñas células son los hijos más jóvenes que logran convencer a sus cercanos del primer círculo.
A decir de la titular de la Fiscalía Central de Investigación para ese delito, Mireya Gómez Ríos, el porcentaje donde existe la implicación de amigos o conocidos en el tráfico de drogas es mínimo.
