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El robo de autopartes sigue siendo un lastre para las autoridades. Estadísticas de la procuraduría capitalina muestran un repunte de 10% en este delito, es el segundo que más se denuncia después del robo a transeúnte.
En promedio un delincuente que se dedica a este ilícito obtiene ganancias en el mercado negro de entre mil y mil 500 pesos al día, lo que lo convierte en un negocio muy lucrativo para ellos.
El delincuente común que es sorprendido robando piezas de automóviles, sólo pasa unas horas detenido, después queda en libertad; pero sí una víctima denuncia y recupera la pieza del vehículo, el imputado sólo pasa seis meses en prisión por ser un delito menor.
Existe un mercado para este delito, según denuncias recabadas en la procuraduría, las piezas que más se roban son espejos retrovisores, tapones de llantas, faros, llantas y estéreos, los cuales se venden entre 100 y mil pesos.
Las marcas de los vehículos que más se roban en partes son Nissan, Chevrolet, Ford, Volkswagen, y Suzuki. Sin embargo, agentes de investigación advierten que las víctimas compran las piezas robadas en locales del mercado negro, lo que crea un “circulo vicioso”.
En calles de la colonia Doctores abundan “refaccionarias” que compran las piezas robadas; mientras que en la delegación Iztapalapa se han detectado deshuesaderos, donde los autos robados son desmantelados y se venden por partes; desde el motor, la transmisión, llantas o logotipos de las marcas más cotizadas.
Durante el año pasado la Secretaría de Seguridad Pública implementó siete operativos contra el robo de autopartes, se revisaron las “refaccionarias” de la colonia Doctores y se decomisaron más de mil piezas de procedencia ilícita, mientras que en Iztapalapa, se realizaron siete inspecciones en deshuesaderos y se recogieron tres vehículos desmantelados con reporte de robo.
Además se detuvieron a 27 personas por este delito; sólo cinco fueron consignadas a las autoridades y sentenciados al comprobarse que fueron reincidentes, del resto se desconoce su paradero.