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david.fuentes@eluniversal.com.mx
“Se acabó esta vida, mamá”, fue el mensaje póstumo que Alberto Sánchez, de 25 años, dejó a su familia para justificar un doble homicidio. Primero mató a su pareja sentimental, Maite, también de 25 años, le asestó cuatro puñaladas en el pecho y cuello; después él se quitó la vida.
Todo sucedió en un pequeño cuarto en la casa de Alberto, donde vivían en unión libre desde hace cuatro años.
La madre de Alberto reportó el homicidio. Refirió a las autoridades que el sábado por la tarde salieron a una fiesta y llegaron de madrugada. El domingo los esperó para desayunar, pero ninguno se levantó temprano como de costumbre. Después les llamó por celular y tampoco respondieron. Poco después de las 11:00 horas, su esposo salió y entonces aprovechó para ir a despertarlos.
Cuando entró al cuarto, se percató que había un chorro de sangre. En la cama encontró los dos cuerpos cubiertos por una sábana blanca: “Vi la sangre y pensé que se habían peleado, porque últimamente no se llevaban bien. Nunca pensé que terminarían así”.
Junto al buró se encontró el mensaje póstumo: “Cobras mi seguro, mamá. Son como 400 salarios mínimos. Se acabó esta vida, se acabó, mamá”, decía el texto. En la mano derecha de Alberto estaba el puñal que utilizó para asesinar a su novia y con el que después de quitó la vida.
La Procuraduría Capitalina abrió una carpeta de investigación, pues aunque se encontró el mensaje póstumo, aún no han determinado si fue un suicidio acordado o si Alberto asesinó a su esposa y luego se suicidó .