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Después de semanas sumidos en una parálisis, diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron la Ley de Reconstrucción de la Ciudad de México para reponer las viviendas a los damnificados del sismo del 19 de septiembre, mediante planes de gratuidad para familias de escasos recursos, así como esquemas de creación de viviendas adicionales y acceso a créditos para habitantes de condominios de nivel socioeconómico medio.
Luego de una sesión de más de seis horas, entre acusaciones, jaloneos y descalificaciones entre Morena y las demás bancadas encabezadas por PAN y PRD, los legisladores aprobaron la norma en lo general y particular con 34 votos a favor y 14 en contra.
A partir de la ley se conformará un Fondo de Reconstrucción provisto de dinero de los gobiernos local, federal, así como de donaciones.
Para los vecinos de condominios que implican demolición total o que se colapsaron con el sismo, quedó en firme un modelo mixto de financiamiento que causó polémica y que consiste en la posibilidad de acceder a créditos “blandos” para reconstruir sus inmuebles, además de poder construir 35% de viviendas adicionales a las que existían en sus inmuebles para que las vendan y así obtengan recursos para cubrir los gastos de reconstrucción y del financiamiento.
Además de la redensificación, el artículo 44 establece otro mecanismo de reposición de viviendas mediante el sistema de transferencia de potencialidad, “a una tasa cero o equivalente al valor de la obra de reconstrucción”.
Quienes viven en condominios dañados, de nivel medio o bajo, y que podrán ser reforzados, podrán recibir el presupuesto necesario a través del Fondo de Reconstrucción, previa evaluación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) y conforme al dictamen de un director responsable de obra; además deberán aparecer en la Plataforma CDMX para acceder.
Para quienes no estén en ese supuesto, podrán entrar a un programa de créditos con el Instituto de Vivienda (Invi) para reparar sus inmuebles.
En el caso de vivienda en propiedad social, se reconstruirán casas de al menos 45 metros cuadrados que garanticen comodidad y derechos.
Para conjuntos habitacionales y viviendas de personas de escasos recursos, la Sedeso aplicará un estudio socioeconómico. El gobierno realizará los dictámenes de los inmuebles y podrán acceder a los recursos del Fondo de Reconstrucción para arreglar o rehacer sus casas sin costo.
Las vecindades afectadas serán atendidas a través del Invi.
Ayer, el dictamen se votó en comisiones antes de las 15:00 horas y subió al pleno, donde el centro de la discusión fue la reconstrucción de condominios de nivel medio.
El diputado David Cervantes tomó la batuta por la bancada de Morena e insistió en que se plasmara que el gobierno capitalino garantizará la reposición de todos los hogares con recursos públicos “a fondo perdido”, lo cual no prosperó, mientras que el coordinador, César Cravioto, acusó “una ambigüedad vil” en el dictamen.
Promovió una moción suspensiva al dictamen, por considerar que no se había escuchado a los damnificados, pero no prosperó.
En respuesta, las demás bancadas acusaron a Morena de “mentir”, y el presidente de la Comisión de Gobierno, el perredista Leonel Luna, señaló a los morenistas de “manejar un doble discurso, porque en la calle dicen que urge la reconstrucción y aquí presentan una moción suspensiva”.
Jorge Romero, coordinador de la bancada del PAN, lo secundó. “Si algo logra la iniciativa es que los damnificados no paguen”, afirmó.
Sobre la negativa a los créditos “blandos” para financiar la adquisición de departamentos, dijo que a los damnificados se les aplicará un estudio socioeconómico y se les derivará a las opciones de reconstrucción.
