Miles de brigadistas de Participación Ciudadana recorren las calles de la Ciudad de México en una labor titánica de 15 días, lapso en el que buscan informar casa por casa sobre el Covid-19, buscar a posibles portadores del virus y que se mantengan en sus casas, pese al cambio en el semáforo de alerta sanitaria que hoy inicia.
A la par de ellos, otro grupo llevará a cabo la revisión y aplicación de 2 mil 700 pruebas diarias de detección de Covid-19.
Ambas acciones forman parte de una estrategia del Gobierno local para contener la pandemia que aquí ha cobrado la vida de más de 4 mil personas y que suma más de 20 mil contagiados.
Ante la transición a naranja del semáforo, la titular de la Secretaría de Salud (Sedesa), Oliva López Arellano, reconoció que pese ha que hay un riesgo de que aumenten los contagios, confía en que con el programa de detección, protección y resguardo de casos Covid, además del regreso gradual, las cosas mejorarán en la capital del país.
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“Tenemos esta semana de colchón, por así decirlo, para observar cómo se comporta el número de infectados, la ocupación hospitalaria y tomar decisiones. Diario revisamos el comportamiento de todos los indicadores, entonces tenemos margen de maniobra por si existe un aumento en los contagios o una presión adicional a la estructura hospitalaria”, expuso.
En tanto, con equipo de protección personal, como careta y cubrebocas KN95, los grupos diseminados en las 16 alcaldías comienzan la jornada a las 9:00 horas y concluyen a las 15:00 horas.
Primero planifican las calles y cuadrantes que recorrerán; luego, con folletos en mano, se dirigen a cada uno de los vecinos, para que las familias conozcan la situación que se vive en la capital, que los riesgos de contagio son altos y que, si no hay nada que hacer en las calles, se evite salir, pero lo más importante es reconocer los síntomas de una persona con Covid-19.
Son alrededor de 15 mil personas las que en los próximos días intensificarán el barrido sanitario, que además de identificar a posibles contagiados, buscarán encontrar a personas con alguna otra enfermedad como diabetes, hipertensión y obesidad, principalmente, que son agravantes del coronavirus.
Para la aplicación de las pruebas de detección del Covid, Oliva López explicó que se basan en una lista de personas que presentaron síntomas que recibe la Secretaría de Salud local —tras un filtro de mensajes SMS, llamadas a Locatel y de las jurisdicciones sanitarias de cada alcaldía— y definen si se brinda atención telefónica, una visita domiciliaria o toma de muestra.
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“A las personas que tienen síntomas y son de mayor riesgo, como adultos mayores, embarazadas o con comorbilidades, es importante que se les visite, por eso las jurisdicciones sanitarias, en un pequeño call center, hacen llamadas a los pacientes y de ahí se despliegan las brigadas”, dijo la secretaria.
Aunque se acude a todas las alcaldías, comentó que las que han requerido más visitas son Iztapalapa y Gustavo A. Madero, pues son las que tienen más población, pero también Milpa Alta, pese a que cuenta con pocos habitantes, su tasa de incidencia es muy alta.
En días pasados, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció la apertura gradual de la Ciudad, por lo que hoy se incorporarán 340 mil trabajadores y 45 mil 927 comercios de barrio. Sin embargo, el semáforo epidemiológico no cambiará a naranja hasta el 22 de junio.
Luisa Verónica, vecina de la colonia La Moderna, en Benito Juárez, recibió un folleto con seis puntos informativos sobre el Covid-19. Opinó que el Gobierno capitalino no debería de dar luz verde para el reinicio de actividades si el semáforo sigue en rojo: “Sigámonos quedando en casa”.
Este tipo de acciones en otros países se aplica de manera más intensa. En naciones asiáticas, además del ejército de rastreadores, están recurriendo a aplicaciones tecnológicas y es obligatorio para los ciudadanos dar sus datos personales al acceder a sitios como centros nocturnos, para localizarlos si se detectar algún caso positivo.
En Alemania están en la línea de frente con el uso de rastreadores para localizar casos sospechosos y evitar un rebrote, e incluso una segunda ola de coronavirus.