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El peritaje final de la procuraduría capitalina respecto al caso Aideé, estudiante del CCH Oriente que murió por una bala perdida dentro de su salón de clases, reveló que el arma homicida se detonó dentro del plantel, en este sentido, los trabajos de investigación apuntan a que el probable responsable fue un distribuidor de drogas al menudeo.
Según consta en la carpeta FIZP/IZP-6/UI-6/UI-2C/D/2475/04-2019, minutos antes de la muerte de Aideé, éste discutió con otro estudiante en las canchas. En ese lugar el sospechoso Daniel Arturo “N”, El Dan o El Danielo, presuntamente forcejeo con otro joven y desenfundó una escuadra calibre 9 mm.
Esta cayó al suelo y ahí fue que se le “escapó” un tiro, ojiva la cual aparentemente se incrustó en la espalda —a la altura de la costilla izquierda— de la estudiante, quien estaba tomando clases.
El impacto tiró a la joven al piso, quien se quejó de dolor abdominal, por lo que enfermeros del CCH pensaron que era el apéndice.
Luego que la estudiante murió, se percataron que una bala perdida la alcanzó. En la carpeta se vertieron varios testimonios, de entre los que destacan estudiantes que observaron la discusión del presunto traficante con el otro estudiante. Sobre la conclusión, los familiares de Aideé Mendoza Jerónimo criticaron el retraso de las investigaciones.
Gilberta Salazar, tía de la joven, dijo que los familiares desde un principio sostuvieron que el disparo se hizo desde el interior del plantel. Estudios de la Sedena y el IPN coinciden con el de la PGJ respecto a que el arma se detonó a unos 50 metros de distancia del aula de Aideé.