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En la delegación Cuajimalpa, durante las últimas dos semanas, apareció un nuevo grupo criminal autodenominado La Nueva Mafia el cual exige a tiendas de abarrotes y negocios familiares unos 2 mil pesos semanales para “protección”.
De negarse a pagar, los delincuentes les advierten que atentaran contra la familia y círculo cercano de los micro empresarios. La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) ya identificó el modus operandi de esa célula criminal.
Los extorsionadores dejan —a manera de mensaje intimidatorio— partes humanas en las puertas de los locales sobre una cartulina con datos “sensibles” sobre sus familias, principalmente niños y esposas.
El último incidente tuvo lugar apenas el martes pasado en una tienda de abarrotes de la calle Ocotlán, de la colonia Lomas del Padre, en la demarcación ya mencionada; ahí a los dueños del negocio les dejaron dos orejas humanas y les dieron 24 horas para pagar la extorsión exigida o de lo contrario, “matarían a todos”.
Preocupación. Según lo asentado en la carpeta de investigación FCJ/CUJ-1/UI-1 S/D/1548/08-2018, la familia afectada pidió apoyo e incluso en lo que se resuelve el incidente, han decidido mudarse con algunos de sus allegados fuera de la Ciudad, pues temen represalias de está nueva célula criminal, como denunciaron, ya ha sucedido en la demarcación.
“Somos la nueva mafia o nos das renta cabrón o te carga la verga puto si te resistes te mato y mato a Felipe, así que coopera o te vas a arrepentir pendejo no andamos con mamadas y tu dices cabrón, espera nuestro maje” (sic), se lee en el mensaje que levantaron los agentes de investigación de la procuraduría capitalina, junto con las dos orejas, que se reportaron en la tienda de abarrotes.
Trabajo, en vilo. El propietario de la tienda de abarrotes narró a las autoridades locales que el “Felipe” al que se hace mención en el mensaje intimidatorio, es su padre y quien inició el negocio, aunque ahora lo administran él y su hermano, por lo que pidió también vigilancia para su progenitor, quien no quiso retirarse del lugar pese a las amenazas.
Argumentando que en más de 10 años que tienen con el negocio nunca han tenido problemas con nadie, y aunque varios negocios han cerrado ante los mensajes intimidatorios que han recibido por este presunto grupo criminal, el hombre de 60 años sólo pidió que le garantizaran su seguridad.
Ahora la procuraduría capitalina analiza varias cámaras de seguridad privadas que hay en la colonia para poder detectar a los responsables y así determinar sí efectivamente es una nueva célula criminal o sólo “imitadores” que aprovechan el vacío de autoridad que hay actualmente para extorsionar a los comerciantes.
En la Ciudad de México repuntó la actividad criminal, entre otras causas, por la pugna de puntos de venta de narcóticos al menudeo, afirman autoridades capitalinas.