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Las agresiones físicas en contra de las personas en situación de calle se deben a la discriminación por parte de los ciudadanos y son “actos que reflejan la impunidad en la que vivimos, puesto que las personas creen que puedan hacer esos ataques y que no va a recibir algún castigo”, explica Luis Enrique Hernández, presidente de la asociación civil El Caracol que brinda apoyo a las poblaciones callejeras.
De acuerdo con El Caracol A.C., las agresiones más recurrentes en contra de las personas sin hogar son los insultos que buscan ofenderlos con comentarios ligados a la pobreza, a la falta de higiene y a su estilo de vida, pero también hay ataques físicos, los casos más recientes son aquellos donde las personas rocían combustibles líquidos a esta población y les prenden fuego.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Luis Enrique detalla que en la organización se conocía que en otras entidades han ocurrido agresiones de este tipo, pero en la Ciudad de México aparecieron los primeros casos hace seis meses, aproximadamente: “Sabíamos de casos aislados en estados del norte, pero aquí se activó la alerta el año pasado porque a finales de septiembre empezamos a ver notas [en la Ciudad] de que habían agredido a personas de población callejera con fuego. En redes sociales circuló una noticia de unas personas que fueron, se tomaron una selfie y al final incendiaron a un hombre”.
La organización ha detectado que los principales agresores de la población callejera son los civiles y los policías, quienes “pueden sentir una presión social por parte de los ciudadanos para lograr que estas personas se vayan de la zona”. También hay registro de peleas entre la misma gente sin hogar, aunque es en menor índice, asegura Hernández.
Uno de los casos que documentó la ONG de abuso policial ocurrió en las inmediaciones del metro Candelaria, puesto que se presentó una queja de que los uniformados habían disparado en contra de un grupo de personas que dormían en la calle. Ahí los voluntarios de Caracol tomaron fotografías y recabaron pruebas sobre la agresión con las pistolas que son usadas en actividades como el gotcha.
Respeto a los sin techo. “Creemos que hace falta una campaña de sensibilización, no sólo para la ciudadanía, sino para las autoridades”, indica Hernández, quien además explica que la gente que decide abandonar sus casas y vivir en la calle lo hace porque desconfía de su entorno social.
Señala que tres formas de convivir con estas personas es a través del respeto y la empatía, además, “una buena forma de convivir es perder el temor de hablarles y acercarse con ellos. Nosotros hemos visto que esta población trabaja, por ejemplo, en los puestos ambulantes, les ayuda a los comerciantes a barrer, a tirar la basura, o a vender. Esta relación surge porque gente tiene una relación cordial, respeta su vida, los apoya y habla con ellos”.
Este diario informó que el Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis) pedirá más presencia policiaca en las zonas donde viva la gente en situación de calle antes los ataques recientes.
Actualmente, el Iasis opera 16 brigadas en más de 200 puntos donde se tiene identificada la presencia de personas en situación de calle, quienes los atienden las 24 horas en tres turnos.