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La Ciudad de México ocupa el séptimo lugar de los mejores sistemas penitenciarios del ranking que realizó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tras visitar los penales del país.
De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, para 2018, la Ciudad de México tuvo una calificación de 7.28, superior a la media nacional, que es de 6.45.
De los 13 centros penitenciarios de la capital, el que obtuvo mejor calificación es la Institución Abierta Casa de Medio Camino, la cual alcanzó 8.20. Durante la supervisión que hizo la CNDH se detectó que es importante prestar atención a las deficiencias de los servicios de salud y la insuficiencia o inexistencia de actividades laborales y de capacitación.
Otro de los mejores calificados es el Centro de Ejecución de Sanciones Penales Varonil Norte, el cual obtuvo una calificación de 8.20, a pesar de que se encontró insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos, deficiencia en la atención a personas internas en condiciones de aislamiento, malas condiciones de materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad e insuficiencia de personal de seguridad y custodia.
También se ubicó el Centro Varonil de Rehabilitación Psicosocial con 8.18 puntos, aunque la CNDH identificó deficiencia en la atención a personas internas en condiciones de aislamiento, inexistencia o deficientes condiciones materiales e higiene de los talleres y áreas deportivas, así como la falta de personal de seguridad y custodia.
Los tres centros están fuera de peligro debido a que han mejorado sus condiciones y no hay sobrepoblación, hay buena distribución de personas privadas de la libertad, son buenos los servicios para mantener la salud, hay supervisión del funcionamiento del centro por parte del titular y prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de detección, entre otras.
Los tres peores penales, dos de ellos por debajo de la media nacional, son el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, con 5.98; el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, con 6.02, y el Centro Femenil de Reinserción Social de Tepepan, con 6.74.
En los tres se identificó sobrepoblación, hacinamiento, falta de prevención de violaciones a derechos humanos, deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, condiciones de autogobierno, actividades ilícitas, de extorsión y sobornos, entre otros.
Esta situación en otros centros penitenciarios es a niveles menores, aunque la sobrepoblación ha disminuido en el Reclusorio Sur y el Centro Femenil de Santa Martha.