Ante el incremento de decesos por coronavirus (Covid-19) en la capital, la recomendación del Gobierno central a las alcaldías fue que previeran espacios en los panteones para atender la demanda y, en todo caso, que cavaran fosas a fin de que no se les acumulen los cadáveres.
En Iztapalapa iniciaron con estas labores, en especial en los cementerios de San Lorenzo Tezonco y San Nicolás Tolentino, donde contemplan utilizar 15 hectáreas para dar cabida a las víctimas de la pandemia, así como apoyar a otras demarcaciones que ya no cuenten con espacios para los cuerpos.
En el San Nicolás Tolentino ocuparán cerca de 11 hectáreas, este camposanto ha servido de apoyo para otras demarcaciones cuyos panteones están saturados.
El pasado 17 de abril el Gobierno capitalino presentó el Protocolo de Actuación Interinstitucional para el Manejo de Personas Fallecidas por Sospecha o Confirmación de Covid-19, que recomienda no enterrar los cuerpos, sino cremarlos.
Al mediodía de ayer llegaron a San Lorenzo Tezonco más de cinco cuerpos y el domingo otros 10, informaron a EL UNIVERSAL los sepultureros del lugar.
“Ha sido un trabajo muy difícil estas semanas, porque los crematorios en otras alcaldías están al tope, entonces las familias prefieren enterrarlos. Estamos obligados a recomendar que se cremen, pero si no hay de otra debemos enterrarlos lo más rápido”, dijo Adrián.
Los trabajadores para manejar el ataúd tienen que colocarse un overol desechable tipo Tyvek con capucha, así como cubrebocas y guantes, después envolver completamente el féretro con un plástico, como medida sanitaria.
Minutos más tarde, integrantes de una familia se despidieron de un hombre de 45 años, quien murió por coronavirus y uno de los deudos transmitió en vivo el procedimiento del entierro, debido a que las autoridades no permitieron que más de tres personas estuvieran presentes en el lugar.
El gobierno de la alcaldía Iztapalapa precisó que los demás panteones serán para quienes vivieron en la demarcación.