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metropoli@eluniversal.com.mx
La disputa de La Unión Tepito con la Anti-Unión y la célula criminal encabezada por El Duke por el control del tráfico de drogas se trasladó al Sistema Penitenciario capitalino, donde ayer en el Reclusorio Oriente se dio un enfrentamiento entre internos, que dejó el saldo de una persona muerta y ocho lesionados.
De acuerdo con las autoridades de la Ciudad de México, esas bandas son las responsables de dejar restos humanos y colocar mensajes intimidatorios en contra de los custodios de dicho penal.
Las investigaciones refieren que los negocios ilícitos en los penales dejan ganancias millonarias, apenas el martes pasado una señora de 69 años fue sorprendida y detenida con 100 mil pesos en efectivo que pretendía sacar del penal en una toalla sanitaria. La mujer reveló que todos los días de visita hacía lo mismo.
En el Reclusorio Oriente, con una población estimada en 9 mil internos, la situación se calentó con la llegada de Roberto Moyado Esparza, El Betito, y Daniel García Ramírez, El Pistache, líderes de La Unión Tepito, quienes han tomado el control del penal y ayer derivó en un enfrentamiento entre los reclusos del anexo siete contra internos de los dormitorios tres y seis.
Las autoridades reportaron que la pelea se registró a las 11:00 horas, donde hubo un muerto y ocho heridos, quienes fueron atendidos en los hospitales Xoco y Belisario Domínguez por las lesiones que les hicieron con armas punzocortantes. Dos más resultaron con golpes severos en diversas partes del cuerpo.
El peritaje inicial reveló que alrededor de 40 internos participaron en las agresiones, en donde se sabe que del anexo siete salió un grupo numeroso con armas blancas, en dirección al dormitorio tres.
Solicitaron la presencia de elementos tácticos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, instancia que desplegó un operativo con cerca de 500 efectivos de los agrupamientos Zorro, GOES y Thanatos. Temían que la situación se saliera de control, ya que ayer fue día de visita.
De acuerdo con el testimonio del familiar de un recluso, “un grupo de internos nos comentó que no podíamos salir porque ocurría una revuelta entre la población, entonces nos quedamos ahí media hora.
“Empezamos a preguntar y nos dijeron que había una riña fuerte entre cárteles. Cuando íbamos saliendo vimos a internos encerrados, volteados boca abajo. Pero dicen que fueron unos que se saltaron y se echaron a correr”, comentó una mujer que acudió a la visita.
Fuentes de la procuraduría capitalina consultadas dijeron que la revuelta de ayer es parte del cúmulo de acciones que se han venido presentando, como el incendio de 15 de agosto en el dormitorio seis de este penal y que dejó tres personas muertas; así como las amenazas al director Ejecutivo de Seguridad Penitenciaria, Pablo López Jaramillo.
“Se trabaja para llevar a cabo un control digitalizado de los trámites, a fin de evitar la corrupción. Actualmente se puso en marcha en uno de ellos. Implementamos acciones para que las personas privadas de la libertad cobren por el trabajo penitenciario a través de tarjetas electrónicas y se acabe con el manejo discrecional de la lista de raya. Al momento hemos efectuado la rotación de 98% de los mandos administrativos de estructura”, comentó en conferencia de prensa.
Destacó que desde el inicio de la actual administración se ha trabajado para mantener la gobernabilidad de los centros penitenciarios de la Ciudad de México, acabar con los grupos de poder y con los actos de corrupción. Además, destacó que del 5 de diciembre a la fecha se han trasladado a penales federales a 170 internos catalogados como de alta peligrosidad, mientras que en 2017 sólo movieron a 10 reos.
La intención de los movimientos, dijo, es garantizar la seguridad y tranquilidad de toda la comunidad penitenciaria en la capital del país, para que no se presenten hechos como los suscitados ayer, que cobraron la vida de una persona.