Los relojes marca cinco horas, cinco horas nada más para el inicio de otro año, este, el 2023.
Los capitalinos que dejaron atrás sus hogares para recibirlo en un bar, en pleno concierto de
, o bien en un restaurante, hacen presencia en el Paseo de la Reforma, en la Zona Rosa.
Cristian Rojas de plano rompió la tradición. Vino a recibir el 2023 con Los Ángeles Azules, pero terminando la tocada se va a casa a seguir el festejo.
Llegó al Paseo de la Reforma con gorritos que dice 2023 en dorado. Claro, para llamar la abundancia según las cábalas.
Muchas personas llevan algo dorado. Las bufandas no se quedaron atrás, menos las chamarras amplias.
El reloj marca menos horas. Las expectativa es grande. Todos quieren que les vaya bien, no hay de otra. Este país pelea cada día porque le vaya bien, al menos para los capitalinos que sale de sus trabajos, toman todos los días el transporte público, y depositan cada año una nueva esperanza.
Los bares en Zona Rosa se llenan, corren las cubetas con cerveza fría, las botellas se abren. Se abrazan y bailan.
También hay tiempo para la nostalgia y el recuento de lo que fue 2022, por eso la gente que arriba a una de las avenidas más importantes de esta capital, no duda en decir “que ya no haya Covid-19”.
Los camellones de Reforma son una verbena, puestos de tacos, souvenirs, y hasta azulitos.
Atrás pueden quedarse -por un momento- escenas de un año marcado por la reapertura del comercio tras la pandemia, por marchas que para una cúpula marcan un antes y un después, pero para la gente del día día, es más bien un lo mismo.
Las predicciones indican un año de reproducción pues el animal que lo rige será nuevamente el conejo.
“Que se la pasen chido, que el siguiente año ya no haya Covid-19”, dice Cristian.
Las bengalas hacen presencia en las manos de los niños, les dan la vuelta dibujando un destello que se difumina lento como el 2022.
Hay tiempo, faltan cinco horas para que en la Ciudad el 2023 arribe, aunque en otras partes del mundo ya lleven algunas horas del Año Nuevo.
Los altavoces instalados permitirán que la música de Los Ángeles Azules pueda ser escuchada hasta pasando el Ángel de la Independencia.
Y desde esa distancia, el reloj enorme de las pantallas marcan las horas menos para este inicio de año.
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